El próximo mes de octubre se realizarán elecciones generales en Brasil. El proceso electoral se da en un momento de relativa tranquilidad para la burguesía brasileña y el propio gobierno de Lula.
Por un lado, la crisis económica internacional, que en 2009 provocó una caída del PIB de 0,2% (cortando un período de varios años de crecimiento) parece dar un respiro al país: el ministro de Hacienda Guido Manteiga previó un aumento de entre 5 y 6% para 2010. Si bien la economía comienza a mostrar algunos síntomas de enfriamiento y se ve la amenaza de una extensión de la difícil situación europea, lo cierto es que ahora predomina este panorama y la palabra “crisis” ha desaparecido del discurso de los principales candidatos burgueses.
Por otro lado, las elecciones también se dan en un marco de relativa tranquilidad en la lucha de clases, sólo sacudida por los conflictos que se producen con las negociaciones salariales anuales de los diferentes sectores de trabajadores.
Una relativa tranquilidad que se expresa también en el hecho de que Lula termina su segundo mandato con un índice de aprobación cercano al 80%, el más alto para un presidente desde que esta medición comenzó a hacerse, dos décadas atrás.
Una falsa polarización
De esa manera, la burguesía brasileña puede nuevamente “juagar a dos puntas” e imponer una falsa polarización entre sus dos principales candidatos: la representante del PT, Dilma Roussef, y el de la oposición de derecha, José Serra, ex gobernador de San Pablo, por el PSDB.
Quienes protagonizaron un primer debate televisivo aburridísimo en el que la primera mostró que, a diferencia de Lula, no es una figura surgida del movimiento de masas sino del aparato del PT, y se limitó a garantizar la continuidad de la política de Lula; mientras que el segundo evitó las críticas frontales al gobierno, limitándose a expresar argumentos en la línea “nosotros lo haríamos mejor”.
Los informes sobre los aportes financieros de las empresas a las campañas muestran que, cada vez más, una mayoría de la burguesía comienza a inclinarse a favor de Dilma. Y la misma tendencia empiezan a mostrar las encuestas de intención de voto en las que supera a Serra por no menos de 5 puntos porcentuales.
La burguesía brasileña incluso impulsa una falsa alternativa “por izquierda” al gobierno, a través de la candidatura de Marina Silva (ex ministra de Medio Ambiente del gobierno Lula) por el Partido Verde, favorecida por la negativa de Heloisa Helena (que en 2006 obtuvo más de 6 millones de votos como candidata del Frente de Izquierda PSOL-PSTU-PCB) a postularse nuevamente. Más allá de su “vestimenta verde”, Marina reivindica toda la política económica de los gobiernos del PT y de Fernando Henrique Cardoso, afirmando que quería “unir al PT y al PSDB” en su gobierno. Incluso expone posiciones muy reaccionarias, como su rechazo público al derecho al aborto libre y gratuito.
Una realidad muy diferente
La realidad profunda que viven los trabajadores y el pueblo brasileño, sin embargo, está muy lejos del optimismo que muestran la burguesía y sus candidatos. En contraposición con las ganancias record que obtuvieron los grandes bancos y empresas durante el gobierno Lula (algo que siempre es reivindicado públicamente por él mismo), Brasil es el país de más injusta distribución de renta del mundo. Mientras el 10% de la población más rica se queda con el 50% de la renta del país, el 50% más pobre recibe apenas el 10%[1].
Cifras que se expresan en millones de brasileños viviendo en la pobreza de las favelas, sin acceso a los servicios públicos elementales, en la multitud de campesinos sin tierra y en los muchísimos que dependen de planes asistenciales, como la Bolsa Familia, para no morir de hambre.
También ha estado muy lejos de ese optimismo el impresionante aumento de la deuda pública. La deuda externa acumula 282.000 millones de dólares y la interna se triplicó desde 2008, como un mecanismo de subsidiar a bancos y empresas durante la crisis, alcanzando cerca de un billón de dólares. El déficit de cuenta corriente (ingresos fiscales menos pagos) puede llegar este año a 60.000 millones. En otras palabras, un recrudecimiento de la crisis económica internacional, encontraría a Brasil en condiciones mucho más frágiles que en la primera fase de la crisis.
Pero de “eso no se habla” en la campaña electoral de los candidatos de la burguesía. Como tampoco se habla de la sumisión del país y del gobierno de Lula al imperialismo y el papel que vienen jugando como sus agentes en diversos aspectos, como el de haber aportado el principal contingente y encabezar las tropas de la ONU en la ocupación de Haití.
Difundiendo el programa socialista
En otras palabras, Brasil es un país muy rico en recursos naturales y en riqueza producida por el trabajo, pero cuyo pueblo está condenado a la pobreza y a tener las necesidades más urgentes sin resolver, como resultado del saqueo imperialista y de la burguesía brasileña de esas riquezas.
Para revertir ese cuadro y satisfacer esas necesidades populares es necesario superar al capitalismo. Es decir, imponer un verdadero gobierno de los trabajadores que aplique un programa que cambie de raíz la estructura socioeconómica del país. Un programa que incluya medidas como el no pago de la deuda externa e interna, la expropiación sin pago y la estatización de las grandes empresas y bancos nacionales e internacionales, una profunda reforma agraria que expropie a los latifundistas y distribuya esa tierra, la reducción de la jornada de trabajo sin reducción de salario y un plan de obras públicas destinado a atender las necesidades populares.
De esta forma, a través de un plan económico estatal centralizado podrán garantizarse un aumento general de sueldos que garantice un salario mínimo equivalente a canasta básica completa, empleo para todos, triplicar los presupuesto de salud y educación públicas, viviendas dignas para todos y tierra para todos lo campesinos.
En otras palabras, la necesidad de un revolución socialista. Ese es la propuesta y el programa que defiende y difunde el PSTU, a pesar del boicot de la gran prensa y la TV.
Especialmente a través de su candidato presidencial, José Maria de Almeida (Zé Maria), en numerosos actos y actividades, como varios seminarios programáticos, realizados en todo el país, y con una edición especial del periódico Opinião Socialista dedicada el programa socialista para Brasil, que se está vendiendo en las puertas de fábricas y empresas.
El PSTU también tiene una postura internacionalista y antiimperialista en su campaña: Levanta como bandera la inmediata retirada de las tropas brasileñas de Haití y su reemplazo por médicos, técnicos y especialistas que ayuden realmente al pueblo haitiano, castigado duramente por el último terremoto. Y la inmediata ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con el estado genocida de Israel y el apoyo a la lucha del pueblo palestino por recuperar su territorio.
Disputar la conciencia de los trabajadores
El PSTU no cree que una transformación socialista pueda llegar a través de un proceso electoral o de las instituciones parlamentarias burguesas. Ella sólo podrá producirse como resultado de un profundo proceso de organización y lucha de los trabajadores y las masas y a través de la toma del poder.
Sin embargo, es absolutamente imprescindible que un partido revolucionario difunda y defienda el programa socialista en los procesos electorales para discutirlo con millones de trabajadores y así disputar su conciencia de la influencia de la burguesía. Ese era, precisamente, uno de los puntos centrales en los criterios que la III Internacional, en vida de Lenin, postulaba para la intervención de un partido revolucionario en los procesos electorales burgueses. Porque cada trabajador ganado para ese programa es un paso adelante en una perspectiva de lucha más estratégica.
El PSOL abandona la defensa del socialismo
Por otro lado, en estas elecciones, la defensa del programa socialista ha quedado básicamente en manos de Zé Maria y los demás candidatos del PSTU. El candidato de izquierda que viene recibiendo más espacio en los medios de comunicación y pudo participar del debate en la TV, Plínio Arruda Sampaio del PSOL, lo ha abandonado explícitamente. En una entrevista al diario Folha de São Paulo (01/08/2010), Plínio expresó: “Yo no pretendo implantar el socialismo en Brasil ni es la pretensión de mi partido ahora. Voy a hacer una propuesta dentro de marco del capitalismo. Las únicas formas socializadas que vamos a tener son la salud y la educación”. Según Plínio, esto es lo que indica el “buen sentido”.
En otras palabras, una nueva versión de las ya claramente fracasadas propuestas de “reformar” o “humanizar” al capitalismo que han tropezado, inexorablemente, con la negativa del capitalismo imperialista a ser reformado o humanizado. Al mismo tiempo, ahora quedan expresadas con mucha mayor claridad las profundas diferencias programáticas que impidieron la reedición del frente electoral de izquierda de 2006.
Impulsar las luchas y la organización de los trabajadores
En la difusión del programa socialista en la campaña electoral, el PSTU trata de ligar ese programa a la realidad cotidiana de los trabajadores. Por un lado, intenta explicar de modo sencillo cómo esas medidas se relacionan con la resolución de sus necesidades más concretas como los sueldos, el empleo, la salud, la educación o la vivienda, que sólo podrán ser resueltas de modo definitivo si esas medidas son aplicadas.
Por el otro, se trata de apoyar e impulsar las luchas concretas que los trabajadores y el pueblo llevan adelante como, por ejemplo, la huelga victoriosa por una mejor PLR (Participación en los Lucros y Resultados) y mejora en las condiciones laborales que realizaron los trabajadores de la CAF (Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles) de la ciudad de Hortolândia (São Paulo), o la campaña salarial conjunta que, a propuesta del sindicato metalúrgico de São Jose dos Campos, realizarán los sindicatos que agrupan a trabajadores de fábricas automotrices en varias regiones del país.
En ese marco, se trata también de impulsar la organización unitaria de los trabajadores y los sectores populares para luchar por esas reivindicaciones, como lo han hecho los militantes del PSTU impulsando la central fundada en el congreso realizado, en junio pasado, en la ciudad de Santos, la CSP-Conlutas (Central Sindical y Popular).
Por último, aunque no menos importante, impulsar y avanzar en la organización política de los trabajadores, especialmente en los “batallones pesados” de las principales ramas de la producción. Por ejemplo, cerca de 200 petroleros de Río de Janeiro han firmado una declaración de apoyo a la candidatura de Zé Maria. Y lo mismo han hecho 500 trabajadores de São Jose dos Campos, en su mayoría metalúrgicos.
En definitiva, en estas elecciones, la burguesía brasileña tiene dos alternativas principales y varias secundarias. Frente a ellas, existe una única alternativa verdaderamente obrera, de lucha y socialista: la presentada por el PSTU y Zé Maria.
Una falsa democracia
La burguesía presenta los procesos electorales como la máxima expresión de “su” democracia porque, en ellos, los trabajadores y el pueblo “eligen libremente” a sus representantes y gobernantes.
Es totalmente falso. Los partidos apoyados por la burguesía cuentan con recursos cualitativamente superiores para desarrollar sus campañas que los que tienen los partidos obreros y/o de izquierda. En primer lugar, por los grandes aportes financieros que, directamente o indirectamente, reciben de empresas y empresarios.
El PSTU rechaza tajantemente recibir cualquier aporte financiero de la burguesía porque esto representa, en los hechos, un compromiso o deuda que, tarde o temprano, será cobrado políticamente, ya que, como se dice en Brasil, “quien paga la orquesta, elige la música”. Por el contrario, el PSTU financia los gastos de su campaña con los aportes que recibe de los trabajadores, y de sus miembros y simpatizantes. Esta es la garantía de su independencia política frente a los patrones y sus gobiernos, y eso es lo principal. Pero, al mismo tiempo, es una limitación en sus posibilidades de desarrollar una gran campaña en los medios.
Algo que, por otra parte, se ve acentuado por la legislación que discrimina los tiempos gratuitos obligatorios otorgados en TV según el número de diputados que posea cada partido o coalición. Lo que significa que el PSTU recibe menos de un minuto a cada presentación (son 3 días por semana) mientras que el PT o el PSDB utilizan respectivamente cerca de 10 min y 8 min en cada período. Al contrario de países como Francia o Portugal en que los tiempos se dividen por igual entre las candidaturas registradas, acá los partidos minoritarios son completamente discriminados.
Esa misma legislación determina que en los debates televisados de los candidatos presidenciales, o de cargos como gobernador, las emisoras de TV sólo deben invitar obligatoriamente, a los de los partidos con representación parlamentaria. Podrían invitar voluntariamente a los demás candidatos pero no lo hacen. Ocurre que las redes de TV tienen interés en invitar solamente las opciones que consideran “razonables”. Así sucedió en la debate de la Red Bandeirantes y está previsto ocurrir en los que se realizarán en la Record y en la Globo. De esta forma, discriminan claramente a varios partidos de izquierda que, como el PSTU, el PCB o el PCO no pueden participar de esos debates.
Por eso, a diferencia del PSOL que, a través de Plínio, al ser invitado reivindicó el carácter democrático del debate de la Red Bandeirantes, el PSTU denuncia su carácter discriminatorio y exige la participación de todos los candidatos.
Zé Maria y Lula: Un mismo origen, dos trayectorias
Las historias de Lula y Zé Maria tienen un origen común: ambas se inician como obreros metalúrgicos en la región del ABC (Gran San Pablo) y en la explosiva oleada de huelgas obreras contra la dictadura, a finales de la década de 1970. En algunas de esas huelgas, incluso, fueron presos juntos. Es el marco de la fundación de la CUT y del PT.
Lula utilizó ese prestigio y esas organizaciones, primero, para frenar las luchas y, después, para impulsar su llegada al poder y gobernar para la burguesía.
Por su parte, Zé Maria se mantuvo fiel a su clase y a su lucha. En 1992, fue expulsado del PT por oponerse al giro cada vez más a la derecha del partido y a la propuesta de gobernar junto con la burguesía. En 1994, impulsó la fundación del PSTU. Del mismo modo que, a partir de 2004, rompió con la CUT, transformada en una agencia del gobierno de Lula, e impulsó la construcción de la Conlutas, en 2005, y de la CSP-Conlutas, en junio pasado.
Zé Maria también continúa fiel a sus ideas socialistas que, como único candidato obrero en este proceso electoral, defiende con la misma pasión que hace más de 30 años.
[1] “Desigualdade e Pobreza no Brasil”, IPEA (Instituto de Pesquisa Econômica Aplicada), sobre datos e indicadores del Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo, IBGE y ONU.
[1] “Desigualdade e Pobreza no Brasil”, IPEA (Instituto de Pesquisa Econômica Aplicada), sobre datos e indicadores del Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo, IBGE y ONU.
Las direcciones del FOS (Frente Obrero Socialista) y la COI (Corriente Obrera Internacionalista), a partir de acuerdos políticos, programáticos y metodológicos, hemos resuelto fundar un Comité para la Fusión, con el objetivo de marchar hacia la constitución de un nuevo partido en el marco de la Liga Internacional de los Trabajadores- Cuarta Internacional (LIT-CI). Un partido socialista, obrero, revolucionario e internacionalista, para contribuir a la lucha por una nueva dirección de la clase trabajadora argentina y mundial.
Para enfrentar la crisis del capitalismo mundial y la crisis de la Argentina capitalista
Nuestra unidad es un humilde primer paso, pero enorme y valioso dada la grave crisis del capitalismo mundial y la necesidad de la clase trabajadora de dotarse de una dirección. Hace 20 años, tras la caída del Muro de Berlín, los gobiernos imperialistas, medios de prensa y multinacionales, propalaban el triunfo del capitalismo, el fracaso del socialismo y enviaban las ideas marxistas a los museos. En Argentina el PJ y Menem planteaban que con las privatizaciones y las “relaciones carnales” con EE.UU entrábamos al “primer mundo”, con “ salariazo” y “revolución productiva”.
La crisis capitalista mundial que estalló en el 2008 muestra la verdad. Los gobiernos de EE.UU, Europa y Japón están descargando brutales planes de ajuste sobre los sectores obreros y populares de sus países y el mundo entero. El capitalismo mundial arrastra a la barbarie y amenaza la supervivencia de la humanidad. Ya nadie cree que el capitalismo tenga una perspectiva de ensueño.
En la Argentina, no hubo “salariazo”, ni “revolución productiva”. Las “relaciones carnales” profundizaron la recolonización, con millones de desocupados, miseria y pobreza. La respuesta de los sectores populares fue el Argentinazo del 2001que terminó con el gobierno de De la Rúa y abrió el proceso revolucionario que aún se mantiene. Pero los grandes empresarios hicieron volver al PJ, primero con Duhalde y luego con los Kirchner, adecuando sus discursos, para sostener los planes de ajuste y entrega al imperialismo.
El Comité para la Fusión se prepara para fundar un partido que responda a esa realidad. Solo el socialismo puede terminan con la miseria, la pobreza, el atraso, la desigualdad social y la crisis ambiental. En nuestro país, es necesaria una Segunda Independencia que nos libere de la opresión imperialista como lo hicieron San Martín y Bolívar, lo que ahora sólo se logrará con el establecimiento de un gobierno obrero y popular.
Unir a los trabajadores y pueblos del mundo que se ponen de pié
En Grecia, Italia, España… la clase obrera sale a la pelea. En Medio Oriente, en Irak y Afganistán los ejércitos imperialistas de EE.UU y las potencias del G7 están sufriendo una paliza, lo mismo que el ejército pro- yanqui de Israel. En Latinoamérica crece el odio al imperialismo y la resistencia a los ajustes de los gobiernos. En Haití crece la resistencia a la invasión de los “marines” y la Minustah. Una verdadera rebelión mundial contra el capitalismo, recorre el mundo, y en ella, la clase obrera con sus organizaciones se comienza a poner al frente. Está heroica resistencia mundial de los trabajadores y los pueblos del mundo pone a la orden del día la necesidad del internacionalismo. Los libros de Carlos Marx vuelven a agotarse y sus planteos, como “Proletarios del mundo, Uníos”, son más actuales que nunca.
El Comité para la Fusión se prepara para aportar a la enorme tarea de la construcción de la Internacional que los trabajadores y los pueblos del mundo necesitamos para derrotar al capitalismo mundial. El partido que surja de nuestra unidad será parte de la Liga Internacional de los Trabajadores- Cuarta Internacional, una organización obrera socialista y revolucionaria mundial, con partidos en más de 25 países, una trayectoria de décadas, un programa y una organización principista. Fortalecer la LIT- CI es un paso fundamental para reconstruir la IV Internacional, el partido de la revolución socialista mundial.
Ni Chávez, ni socialismo del siglo XXI, el socialismo es obrero y mundial
La izquierda mundial atraviesa una grave crisis. Los partidos “socialistas” de Zapatero en España, Papandreu en Grecia, Binner en nuestro país, así como los llamados partidos “comunistas”, aplican y/o defienden brutales ajustes bajo las órdenes del FMI. En Cuba, la dictadura del Partido Comunista de los Castro trajo de vuelta el capitalismo y Raúl Castro anunció un brutal plan de ajuste contra los trabajadores y el pueblo cubanos.
Los gobiernos como el de Obama, Chavez , Lula o los Kirchner , se presentan como “progresistas”, incluso Chávez califica su gobierno como “socialista”. Pero la verdad es que Obama mantiene el ataque Afganistán y la opresión imperialista a los pueblos del mundo, mientras los gobiernos de Venezuela, Brasil, Argentina…, aplicando sus políticas, llevan a sus países desigualdad y pobreza. Estos gobiernos no son de izquierda, son gobiernos patronales, cuyas políticas debemos derrotar para resolver los problemas de los trabajadores y el pueblo.
En nuestro país, la lucha de clases provoca la ruptura de los trabajadores con los viejos partidos patronales y la burocracia sindical. También pone a prueba la política de los partidos que se dicen revolucionarios o trotskistas. Estos grupos y partidos se niegan a construir una Internacional y han derivado hacia el oportunismo, la adaptación a la democracia burguesa o hacia sectas de propaganda. Sus políticas aparatistas reciben el rechazo de amplios sectores del activismo. En el movimiento obrero, continúa el surgimiento de nuevos activistas y dirigentes, independientes de la burocracia y del peronismo, lo que abre un espacio que no hemos visto desde el 2001 para superar las propuestas nacional- trotskistas y construir una fuerte sección del partido internacional.
El Comité para la Fusión prepara la construcción de un partido en base al modelo leninista, sección de la Liga Internacional de los Trabajadores. Para ello iniciamos un proceso de discusión de acuerdos y diferencias que nos permita confirmar las condiciones, que creemos existen, para marchar en los próximos meses a un congreso de unificación. El partido que surja de nuestra fusión se pondrá al servicio del proceso de reagrupamiento de los revolucionarios en nuestro país y a nivel mundial que la LIT- CI está desarrollando.
El socialismo será obrero e internacionalista o no será. Nuestra unidad estará al servicio de los luchadores, nuevos dirigentes y de todos los trabajadores que se plantean la necesidad de construir una organización propia de la clase obrera en base a un programa y un método que dé una salida obrera y revolucionaria a la crisis capitalista mundial.
-En julio del 2001 los mercantiles de supermercado Tigre iniciamos una larga lucha por los puestos de trabajo que cumple nueve años sin interrupciones. -En el marco de soportar nuevas agresiones judiciales realizamos un ACTO CONTRA CUALQUIER INTENTO DE DESALOJO y POR LA EXPROPIACIÓN DEL ESTABLECIMIENTO en manos de los trabajadores. -Invitamos a todas las organizaciones y militantes populares en esta instancia de lucha a participar de un ALMUERZO que realizaremos el DOMINGO 15 de AGOSTO a las 12.30 hs. en Tucumán 1349. ¡NO NOS MOVERAN! ¡LA TOMA ES DE LOS TRABAJADORES! Carlos Ghioldi
Comisión Gremial - LA TOMA
Cooperativa de Trabajadores Solidarios en Lucha -
Centro Cultural La Toma
Contactos 0341 153 245227 Para retirar sus tarjetas Lunes a Sábado 12.00 a 16.00 hs en TUCUMAN 1349 - Remitirse al compañero Alberto-
La firma de la gobernadora de Arizona en abril 23 de la SB1070 puso nuevamente en relevancia la lucha por los derechos de los inmigrantes. La SB1070 entró en vigor el 29 de julio.
Esta ley intensifica la persecución de los indocumentados y hace del hecho de ser un indocumentado una ofensa federal. La policía local podrá detener a cualquier individuo y pedirle documentos que prueben su status “legal” si existe una “sospecha razonable” de que son indocumentados, lo cual, inevitablemente convierte a los latinos y cualquiera de color moreno en un blanco sujeto a deportación. Estas medidas legalizan la amenaza que enfrenta la población latina de poner en manos de autoridades locales la aplicación de las leyes de migración que supuestamente solo el gobierno federal puede aplicar.
La pesadilla de Arizona no está aislada de la situación de la comunidad indocumentada en el resto del país. Medidas similares están siendo propuestas por políticos en más de 18 estados. Sin sus derechos reconocidos los trabajadores indocumentados se enfrentan a toda una serie de medidas represivas destinadas a mantener su condición de mano de obra barata y desechable. La nefasta Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE) responsable de la deportación de cientos de miles de trabajadores inmigrantes cada año lleva a cabo un régimen de terror obligando a que la gente viva en un constante temor de ser separados de sus familias y de sus trabajos.
No se ven signos de que una ley de migración que proteja los derechos de los trabajadores inmigrantes y sus familias vaya a ser votada en esta administración. Las deportaciones masivas exceden a los 300,000 en el primer año del mandato de Obama; este número excede a los números de deportaciones anuales bajo la administración de Bush. El gobierno de Obama continúa criminalizando a los inmigrantes y militarizando la frontera sur. A finales del mes de mayo el presidente Obama envió a esa frontera 1,200 soldados con el pretexto de combatir al narcotráfico. Contrariamente a las declaraciones de los políticos demócratas y de los medios liberales en contra de la “equivocada” y “fuera de lugar” legislación en Arizona, el Partido Demócrata ha favorecido el incremento de la militarización de la frontera, la colaboración de ICE con las policías locales y redadas en los lugares de trabajo.
Estas políticas apuntan a culminar en un nuevo programa de braceros que creará una capa de esclavos al servicio de los patrones que usarán, abusarán y luego desecharán cuando ya no los necesiten, regresándolos a sus países de origen. En la bipartidista ley de Schumer-Graham estas medidas se complementan con la propuesta de implementar un seguro social biométrico que cerrará la posibilidad de obtener empleo a los inmigrantes indocumentados.
Los trabajadores indocumentados en los Estados Unidos y en el mundo entero (no así los refugiados políticos) son trabajadores internacionales que han sido desplazados de sus países de origen como resultado de las políticas económicas integracionistas llamadas “economías globales” como el TLC, que en México entró en vigor en 1994 bajo la administración de Clinton y que arruinó una gran extensión de la agricultura mexicana lo cual provocó la mayor ola migratoria en los últimos 10 años de mexicanos a los EE.UU. Mientras que en épocas de crecimiento económico los gobiernos de los Estados Unidos y en otros países capitalistas establecen políticas de migración más accesibles, en épocas de crisis implementan políticas de persecución y represión hacia los inmigrantes. Esos ataques obedecen a tres propósitos que están relacionados entre sí:
1. La negación de derechos sociales y laborales sirve para mantener la sobreexplotación de los trabajadores inmigrantes que no pueden protestar o luchar en contra de las inhumanas condiciones de trabajo, bajos salarios y otros abusos de los patrones. La hipocresía de los partidos Demócrata y Republicano recae precisamente en el hecho que la clase social que representan -los dueños de los medios de producción- requiere de explotar la mano de obra inmigrante de una manera despiadada en aras de incrementar sus ganancias.
2. La xenofobia y los prejuicios anti-inmigrantes entre la clase trabajadora de este país tiene el propósito de dividirlos en su lucha contra la pobreza, el desempleo; dividirlos en la lucha en contra de los propietarios de grandes extensiones de tierra agrícola, de los banqueros, de los dueños de los medios producción. Divide y vencerás es la táctica suprema de la clase dominante que se ha aprovechado del sentimiento anti-inmigrante. Vilipendiaron a los irlandeses y alemanes en la mitad del siglo 19 y a los chinos y los japoneses al principio del siglo 20. Los ataques a los inmigrantes es un mecanismo de control sobre toda la clase trabajadora.
3. Los ataques a los derechos de los inmigrantes son el pretexto para una vasta expansión de un estado policíaco en el país. Desde la militarización de la frontera, la creación y ampliación de los organismos nacionales de seguridad y las propuestas de documentos nacionales de identidad son medidas conjuntas que están encaminadas a reforzar el poder y un control más efectivo por parte del estado poniendo en peligro la seguridad de los no ciudadanos y los ciudadanos.
Los fuertes ataques que actualmente sufren los trabajadores indocumentados están obligando a la comunidad inmigrante a movilizarse por sus derechos. El 22 de marzo marcharon en Washington 200 mil y cientos de miles llenaron las calles el primero de mayo pasado. Masivas movilizaciones donde trabajadores, estudiantes y miembros de la comunidad se han manifestado en todo el país para echar abajo la SB1070.
El jueves 29 de julio, unas horas antes de que la SB1070 entrara en vigor, una jueza federal anuló la sección que le daba poder a la policía local de checar el estatus migratorio de la gente, igualmente la sección donde se prohibía a los trabajadores jornaleros a buscar trabajo en las calles. Mientras que en Arizona se han anulado dos de las secciones más controversiales de la SB1070, en otros estados del país legisladores están haciendo todo por aprobar legislaciones similares a la SB1070. En Utah, el representante Carl Wimmer dijo que la anulación de algunas secciones de la SB1070 no impedirá que Utah avance en la aprobación de leyes como la SB1070. Mientras tanto las secciones de la SB1070 donde se criminaliza el transportar y hospedar a indocumentados han entrado en vigor en Arizona.
Ninguna Esperanza en la Administración de Obama
Que quede claro: la acción de la corte federal no significa que el gobierno federal o la administración de Obama reconocerá la lucha por la defensa de los inmigrantes. En primer lugar, la decisión de la Corte es una respuesta a la movilización de cientos de miles que se opusieron a la SB1070 y en contra de los ataques a los inmigrantes. El propósito del gobierno federal es continuar controlando las leyes de inmigración, al mismo tiempo quieren parecer como si Obama estuviera cumpliendo con su promesa de campaña electoral de defender los derechos de los inmigrantes. Pero es precisamente bajo el gobierno de Obama que la ICE y Homeland Security han fortalecido su capacidad de deportar masivamente a indocumentados. El proyecto de deportaciones masivas está planteado en un documento llamado Operación Endgame que fue elaborado por el Pentágono.
También en la administración de Obama redadas electrónicas se han implementado bajo el programa federal E-Verify. En lo que va del año se han registradas 400,000 solo en el 2010. El gobierno federal ha implementado programas como el G-287, el cual da poder a autoridades locales para aplicar leyes migratorias sobre las autoridades federales. Este programa se ha implementado en cuatro municipios del estado de California entre ellos Los Ángeles. Con el programa federal “Comunidades Seguras” (Secure Communities) las autoridades locales cooperan con las autoridades de inmigración y tienen poder legal de detener y transportar a indocumentados a las cárceles de la ICE. Esto es similar a la SB1070. Este programa promete extenderse a todo el país.
Como se puede ver, no podemos tener fe en la administración de Obama que está reforzando la persecución de los inmigrantes. Solo la lucha en las calles de millones podrá lograr el triunfo de los derechos de los inmigrantes.
Por la Construcción de un Frente Alternativo de Lucha por los Derechos de los Inmigrantes
La lucha de los inmigrantes es por papeles para todos. Desafortunadamente la principal coalición por los derechos inmigrantes Reform Immigration for America (RIFA) está apoyando la propuesta del legislador Luis Gutierrez la cual va desde proponer la militarización de la frontera sur, el apoyo al programa E-verify, que realiza redadas electrónicas, hasta la propuesta de legalizar solo una parte de inmigrantes indocumentados.
Es imperioso que los trabajadores y sus organizaciones, especialmente los sindicatos, movilicen a sus bases por la defensa de sus hermanos y hermanas trabajadores inmigrantes y por el derecho de todos los trabajadores a trabajar y vivir en el país que decidan con todos los derechos como cualquier otro trabajador. Actualmente, la dirigencia de un buen número de sindicatos apoyan los ataques a los inmigrantes, algunos hasta apoyan un programa de braceros y muchos renuncian a los esfuerzos de organizar y movilizar limitándose a declaraciones vacías de apoyo al movimiento de los inmigrantes. Los líderes de los sindicatos con su falta de acción en la lucha por la defensa de los derechos de los trabajadores inmigrantes debilitan la lucha de los trabajadores en su conjunto.
Es necesario unir todos los esfuerzos e iniciativas que están empujando por una incondicional legalización o amnistía para todos sin militarización de fronteras y sin medidas represivas y discriminatorias. Para lograr esto es necesario formar un Frente Alternativo de Lucha por los derechos de los inmigrantes.
Una marcha a la que asistieron organizaciones y comunidades mapuche de la zona de Osorno, con el objetivo de apoyar a los presos que están en huelga de hambre, terminó con 16 detenidos.
Tras recorrer avenida República llegaron cerca del mediodía al centro de Osorno, acordonados por un fuerte contingente policial y seguidos por dos micros de carabineros y un carro lanza aguas, artefactos que fueron estrenados en esta ciudad para reprimir la marcha.
Los asistentes a la marcha denunciaron que las fuerzas especiales de Carabineros agredieron a niños y ancianos, incluso a machi que participaron de la marcha.
El comandante de Carabineros Ricardo Muñoz, justificó la violencia policial en que “se trataba de una marcha que no estaba autorizada, por lo que se detuvo a seis personas en calle República y posteriormente afuera de la Conadi en calle Matta se apresaron 10 más, los cuales pasaron a disposición del Ministerio Público”.
05/08 – 11:45 – La situación de conflicto que se planteó ayer en la cuenca carbonífera no ha menguado, sino que tiende a ampliarse dado que otros desocupados de 28 de Noviembre y de la ciudad de Turbio ahora se suman a la protesta. Entre los reclamantes comienzan a manifestarse denuncias por la gente que de la mano de Edgardo Depetri han ingresado a trabajar a la empresa haciendo uso de sus vinculaciones políticos y/o gremiales. Se destapan viejos reclamos y estalla un problema que OPI advirtió en el año 2007.
Los jóvenes manifestantes de Río Turbio que iniciaron un reclamo laboral frente a la administración de YCRT, tal como lo informáramos en nuestra nota anterior, persisten en su objetivo pero durante la mañana de hoy recibieron el apoyo y la adhesión de otros grupos de desocupados, personas mayores que protestan por estar marginados de la actividad laboral en la cuenca, aún cuando se publicita que tanto YCRT como la construcción de la megausina da trabajo a los pobladores de esa región.
Lo que hasta ayer era un reclamo solo de jóvenes, hoy constituye un pedido generalizado de los sectores desocupados para que tanto la municipalidad como el estado provincial den respuesta a la necesidad laboral de los habitantes de Turbio y 28 de Noviembre.
Fuentes de YCRT le confiaron a esta Agencia que el problema se viene poniendo en debate desde hace varios años y que se acrecentó a partir de que en la empresa ingresan personas con escasos o nulos conocimientos en la materia y en algunas oportunidades han llegado desde la provincia de Buenos Aires por recomendación del diputado Edgardo Depetri.
Este fenómeno lo habíamos advertido desde OPI en el año 2007 y en el 2008, cuando a través de una nota donde se planteaba la disconformidad de jubilados y pensionados de la cuenca, se ponía en debate, precisamente, la necesidad de que los jóvenes de familias mineras fueran tenidos en cuenta para ocupar los cargos vacantes en YCRT, lo cuales eran ocupados por recomendaciones políticas y allí ya se acusaba a Edgardo Depetri de digitar dichos ingresos.
Hoy la situación ha desbordado y en las calles de Río Turbio reclaman jóvenes y desocupados que protestan porque tanto en YCRT como en la megausina no se cumple con la promesa de dar trabajo a los residentes de la cuenca, sino que en la mayoría de los casos se opta por traer gente de afuera y emplear servicios de empresas que no son de la localidad.
Nuestras fuentes además agregaron que en los últimos días YCRT incorporó un empleado de planta municipal y otro que provenía del hospital de Río Turbio, ambos empleados de planta permanente en sus respectivos lugares de orígen y también se apuntó que el hijastro del Intendente Oscar López de 28 de Noviembre habría ingresado al yacimiento, pero en ninguno de estos casos para cumplir actividad dentro de la mina, sino en superficie.
Por su parte consultado el dirigente de ATE Lista Negra Raúl Wanzo certificó que el Ingeniero Garabello, Interventor de YCRT, ha manifestado la necesidad que hay de personal que se desempeñe en interior de mina “pero todo el personal que entra a la empresa desarrolla tareas en superficie”, remarcó el dirigente y agregó “ ya hay más de 60 choferes y enfermeros y de los casi 2000 empleados que tiene YCRT el 30% son jefes o revistan con categoría de jefes; esto es insólito en una empresa como ésta”, concluyó.
Cabe señalar que el desencadenante del reclamo de los jóvenes que siguen cortando los accesos al yacimiento, lo cual no permite que se trabaje normalmente en YCRT, tomó cuerpo cuando Juan Fernando Torres y Emanuel Álvarez se entrevistaron con el Ingeniero Garabello para reclamarle por los lugares de trabajo que les habían prometido. En aquella reunión el Interventor les manifestó que necesitaba no menos de 40 millones de pesos para montar un cuarto turno para emplear más mano de obra y que eso era, por el momento, imposible. A partir de allí los jóvenes decidieron resistir en el lugar, tomaron la administración y más tarde procedieron al corte de ruta.
El panorama esta mañana no es mejor. A los manifestantes se han unido otros sectores de desocupados y desde allí se les reclama a las autoridades por la discriminación que se hace a la hora de facilitar el ingreso a gente que no es de la cuenca y en gran parte de apunta a Edgardo Depetri y al dirigente local Mario Castillo de facilitar esos ingresos por cuestiones políticas o gremiales en perjuicio de la mano de obra local. (Agencia OPI Santa Cruz)
La página web de la LIT-CI presenta esta edición especial como un homenaje a León Trotsky, al cumplirse 70 años de su asesinato. Hemos incluido algunos de sus textos y otros de varios autores.
Dentro de los escritos del propio Trotsky, Bolchevismo y stalinismo (1938) contiene un agudo análisis de las profundas diferencias sociales que estaban en la raíz de la batalla mortal entre estas dos tendencias políticas: la primera expresaba la vanguardia obrera revolucionaria, la segunda los intereses materiales de la burocracia que había usurpado el poder en la URSS. El Programa de Transición (1938) sirvió como base programática fundacional de la IV Internacional, ese mismo año. Finalmente, el Testamento fue escrito en febrero de 1940, cuando Trotsky ya anticipaba que su muerte estaba próxima, sea por sus problemas de salud o asesinado por orden de Stalin. En este corto texto, hace una reivindicación de su extensa trayectoria revolucionaria y expresa su profunda confianza en la clase obrera, en el marxismo y en las perspectivas de la revolución socialista.
Dentro de los trabajos de otros autores, destacamos, en primer lugar, el artículo de Joe Hansen (dirigente del SWP estadounidense que trabajó como secretario de Trotsky, en Coyoacán) dedicado a reflejar los últimos días de vida del gran revolucionario ruso. En segundo lugar, un tramo del reportaje a Nahuel Moreno (fundador de la LIT-CI), realizado en 1985, que fue publicado, por primera vez, en 1988, con el título de Ser trotskista hoy. En él, Moreno sintetiza esta definición en algunas cuestiones centrales: defender los principios del marxismo y del socialismo, defender la necesidad de la revolución socialista internacional, la defesa de la democracia obrera y la necesidad imperiosa de construir una organización revolucionaria internacional, la IV Internacional.
Empecemos por entender qué significa ser verdaderamente marxista. No podemos hacer un culto, como se ha hecho de Mao o de Stalin. Ser trotskista hoy día no significa estar de acuerdo con todo lo que escribió o lo que dijo Trotsky, sino saber hacerle críticas o superarlo, igual que a Marx, que a Engels o Lenin, porque el marxismo pretende ser científico y la ciencia enseña que no hay verdades absolutas. Eso es lo primero, ser trotskista es ser crítico, incluso del propio trotskismo.