
Para los sectores afines al gobierno, el debate se divide entre “democráticos” y
“monopólicos”. Nosotros, lejos de caer en la trampa, debemos tener claro que este
proyecto es un claro golpe a la libertad de expresión.
Con la excusa de que esta ley reemplaza a la que decretó Videla en 1980, quieren hacer pasar una reglamentación que profundiza la entrega, y el
La nueva “ley de servicios de comunicación audiovisual”, legaliza el llamado
La nueva ley también plantea que las universidades y las ONG deben tener su cuota de pantalla y aire en los medios. Según el artículo 131 el gobierno propone que las universidades deben tener canales de televisión…autofinaciados. De esta manera, entra por la ventana de las universidades la nueva ley de educación. Los canales universitarios deben financiarse –entre otras cosas- con publicidad. Así se profundiza la política de auto-financiamiento por servicios a terceros con la que el gobierno viene aplicando el ajuste a la educación.
Esta ley, si bien es un apriete contra Clarín (ya que parte importante de las ganancias del grupo proviene del negocio de la televisión por cable), fundamentalmente es un ataque contra las libertades democráticas del pueblo, ya que el gobierno sigue reservándose el monopolio de la adjudicación de licencias.
Como tampoco se regula la pauta oficial, el gobierno puede castigar con
Las miles de radios cooperativas y populares que conforman las redes de medios alternativos que hacen un periodismo que defiende a los trabajadores
Para combatir a los monopolios, hay que pelear por estatizar Papel Prensa
sus publicaciones. Hay que reestatizar el canal 13 y el 11, y que sean sus
Sabemos que ninguna de estas acciones serán realizadas por el gobierno
Por eso nuestra tarea es movilizarnos contra la aprobación de este proyecto
fuente: www.convegrenciadeizquierda.org