sábado, 6 de noviembre de 2010

Amplia unidad para derrotar a la patota

Comité de Fusión 
Frente Obrero Ssocialista -Corriente Obrera Internacionalista
Liga Internacional de los Trabajadores-IV

Amplia unidad para derrotar a la patota. Aunque la muerte de Néstor Kirchner desplazó de los medios el ataque de la patota que mató a Mariano Ferreyra e hirió a otros dos militantes del Partido Obrero, la inmensa bronca que se expresó en la marcha del 21 de octubre contra la corrupta y asesina burocracia sindical sigue viva en los trabajadores y el pueblo. Es esto lo que está obligando al gobierno y la justicia a avanzar con la investigación por la que, al cierre de esta edición, ya están presos seis de los integrantes de la patota. Debemos continuar la lucha, con la más amplia unidad de acción, para meter presos a los responsables políticos del crimen, empezando por José Pedraza.
La movilización y las numerosas expresiones de repudio al crimen que se dieron en todo el país marcan el camino no sólo para lograr el castigo a Pedraza y todos los culpables, sino para avanzar hacia la expulsión de la burocracia e imponer una nueva conducción democrática en los sindicatos que responda a los intereses de los trabajadores.
Con este sentido, nos sumamos a la convocatoria a una nueva movilización para el martes 9 de noviembre. 

La respuesta al crimen 

La reacción comenzó el mismo día del crimen, con distintas acciones de la izquierda y paros y protestas en ramales ferroviarios y el subte de Buenos Aires. Inmediatamente la CTA decretó paro nacional de docentes y estatales, uniendo el repudio al ataque con los reclamos salariales de los gremios. Y se sumó al PO y centenares de organizaciones de izquierda, obreras y populares en la convocatoria para la marcha del día siguiente.
Distintas versiones indican que hubo entre 30.000 y 60.000 personas en la movilización del 21 de octubre. Además de las corrientes de izquierda y la CTA, participaron representaciones de decenas de fábricas y estructuras con direcciones independientes de la burocracia, como ferroviarios, subte, neumáticos FATE, la alimenticia Kraft, los municipales y el Hospital Larcade de San Miguel, etc. Marcharon también fuerzas afi nes al gobierno, como la FTV de Luis D’elía. Hubo también marchas de varios miles en Rosario y Córdoba, Mendoza, Mar del Plata y otras capitales y ciudades provinciales. 

Se necesita la más amplia unidad de acción para avanzar en la lucha 

Sentimos un profundo dolor igual que todos los trabajadores y el pueblo por la pérdida de Mariano. Al mismo tiempo, desde el punto de vista de los intereses de los trabajadores y el pueblo, creemos que la crisis desatada por la reacción popular al crimen representa una oportunidad para avanzar en el mismo sentido de su lucha y lograr que su muerte no haya sido en vano.

Esa lucha tiene que concentrarse en lograr la más amplia unidad de acción democrática, obrera y popular, para que vayan presos los autores materiales del crimen, junto con José Pedraza, el “Gallego” Fernández y demás dirigentes de la UF.

En ese sentido le decimos con todo respeto y fraternalmente a los compañeros del Partido Obrero que creemos que se pudo y se puede llevar adelante una política más amplia de la que han instrumentado hasta ahora. En el multitudinario acto de Plaza de Mayo el dirigente del PO, Jorge Altamira exigió, tal como era necesario, al gobierno y la justicia el esclarecimiento del crimen. Pero perdió la oportunidad, teniendo todos los medios de difusión del país con sus cámaras y micrófonos apuntándole, de convocar allí mismo a continuar la lucha con una nueva acción a nivel nacional.

El Partido Obrero hubiera podido invitar a la conducción de la CTA, presente en la plaza a compartir el escenario y comprometerla a esa nueva acción. Y, sin dejar de denunciar sus estrechos vínculos con los jefes de la Unión Ferroviaria, exigir a Moyano, que ya intentaba diferenciarse del crimen, que la CGT pasara de los discursos a la acción y convocara a un paro nacional de todos los gremios, expulsando a Pedraza de la central.

Creemos que el Partido Obrero actuó así a partir de una concepción –por otra parte común a la mayoría de la izquierda- que lo lleva a impulsar sólo medidas que pueda controlar y capitalizar directamente. Nos parece que no advierte que exigir, incluso ahora, a las conducciones de la CGT y la CTA que se pongan a la cabeza de una acción masiva, permitiría concretar una movilización mucho más amplia. Así se lograría avanzar mucho más en la lucha contra la patota y por el castigo a los responsables del asesinato de Mariano. Y si esas direcciones se negaran a tal acción, serviría para desnudar ante el conjunto de los trabajadores su rol traidor, profundizando su crisis.

Creemos que esta política de exigencia y denuncia hacia las conducciones de la CGT y la CTA debe hacerse extensivo al reclamo de un plan de lucha nacional para terminar con la tercerización y la precarización laboral, que Moyano y otros dirigentes han repudiado demagógicamente en estos días.

Por esta vía se contribuye también a educar y fortalecer a los luchadores que impulsan la pelea contra las burocracias sindicales y por la construcción de una nueva dirección combativa y democrática del movimiento obrero.

Por el jucio y castigo a los asesinos de Mariano y carcel para Pedraza

Plan de lucha nacional por el trabajo en blanco 

Editorial del Comité de Fusión Frente Obrero Ssocialista -Corriente Obrera Internacionalista
Liga Internacional de los Trabajadores- IV

Mientras la presidente reafirmó el rumbo del “modelo”, el conjunto de la patronal y sus partidos la apoyaron, preocupados por la estabilidad del régimen político, proponiéndole a Cristina Fernández “recuperar el diálogo y el consenso” –para incrementar sus ganancias-. Tanto la CGT como la CTA y la centroizquierda le rindieron homenajes y llamaron a la unidad nacional.
Hugo Moyano fue quien más rápido entendió lo que la gran patronal y el imperialismo estaban reclamando en cuanto a que se dieran señales claras de gobernabilidad. Su gesto fue claro: se tomó un cafecito con Héctor Méndez, presidente de la UIA –es decir, el jefe de los explotadores fabriles- para mostrar que es confi able. Juntos, pusieron los cimientos de un “pacto social”, es decir de un acuerdo donde los trabajadores aceptan las reglas que le ponen las patronales.
El ejemplo cundió rápido: los gremios docentes, que venían enfrentando a Scioli en la provincia de Buenos Aires por la reapertura de paritarias, levantaron las medidas de fuerza previstas para esta semana, como un homenaje al ex presidente. Y todo el plan de lucha quedó congelado.
Ahora los dirigentes sindicales intentarán convencernos de que tenemos que postergar nuestros reclamos, que es momento de apoyar a la presidente, que protestar sería hacerle “el juego a la derecha”. 

Los problemas siguen

En algunas fábricas y empresas hubo tristeza. En otras no tanto. Y en todos lados, incertidumbre por el futuro, pero rápidamente, los problemas reales, los que afectan a toda la clase trabajadora, volvieron al primer plano.
En Felfort, la patronal despidió –una vez más- a compañeras embarazadas. Pero por primera vez, la fábrica paró para oponerse. El caso de Xoana no había pasado en vano.
El crimen de Avellaneda volvió a la escena, y los trabajadores a su odio a la “patota” de la burocracia sindical, que aprovechó el “río revuelto” de estos días para volver a atacar: golpearon a activistas del gremio de Comercio en Río Gallegos y atentaron contra la casa de un delegado del gremio papelero en Bernal.
Millones de compañeros volvieron a sufrir sus puestos de trabajo precario. Los tercerizados ferroviarios continúan su lucha, y ahora se van sumando otros sectores, como los precarizados de Edesur y Edenor.
La realidad vuelve a golpear con inflación (la carne aumentó en promedio un 140% en el último año) precariedad laboral, bajos salarios y ahora volvieron con más fuerza las patotas sindicales.
Frente al impacto nacional que causó la muerte de Kirchner, los trabajadores y el pueblo reflexionan sobre las perspectivas; los dirigentes sindicales y el gobierno nos ofrecen “unidad nacional”, “defensa del modelo” y “pacto social”, para que evitemos exigir la reapertura de las paritarias, el fi n del trabajo precarizado y el blanqueo generalizado, el juicio y castigo a los asesinos de Mariano, la cárcel para Pedraza y el fi n de las patotas sindicales. 


La lucha continúa

Kirchner y Cristina dijeron que iban a ir hasta las últimas consecuencias para castigar a los responsables materiales e intelectuales del crimen de Mariano. Tenemos que volver a exigirle al gobierno que cumpla. Pedraza tiene que ir preso, como un castigo ejemplar para las patotas de los burócratas sindicales. Llamamos a la mayor unidad democrática para imponer esta solución ejemplar y para eso debemos movilizarnos el próximo martes 9 a la Plaza de Mayo, porque los compromisos del gobierno con la burocracia van a favor de la impunidad.
La tercerización y todas las formas de precariedad laboral son un flagelo que afecta a la mayoría de la clase trabajadora.
Moyano prometió combatirla, pero se tomó un cafecito con el gran precarizador: el presidente de la UIA. Es necesario iniciar una gran campaña nacional unitaria, para terminar con toda forma de precariedad laboral, fuente de explotación inhumana para los trabajadores. Desde cada fábrica y empresa, repartición, escuela o taller, tenemos que reclamar un proyecto de ley nacional de blanqueo y efectivización de todos los trabajadores, y expropiación de toda empresa que mantenga trabajadores precarizados o “en negro”. La CGT y la CTA tienen que tomar en sus manos esta lucha.
Varios gremios con direcciones independientes –ferroviarios, subte, FATE, estatales de zona sur, fábricas de la alimentación como Kraft, municipales de San Miguel, Suteba Escobar y el Hospital Larcade-, pararon o se movilizaron en repudio al asesinato de Mariano. No puede ser que solo nos unamos ante una tragedia. Tenemos que coordinarnos inmediatamente para lanzar una campaña contra la precarización laboral, por el trabajo en blanco, por las jornadas laborales de 8 horas, reclamando a la CGT y CTA un plan de lucha en ese sentido y por el salario, pero además debemos unirnos para defendernos de las patotas sindicales que todos los días nos combaten en acuerdo con las patronales.