viernes, 13 de abril de 2012
Elecciones en Verona tiene candidato inmigrante africano, obrero y comunista
Escrito por PdAC |
Miércoles 11 de Abril de 2012 |
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Como noticiado en toda la prensa nacional y local (Corriere della Sera: “Ibrahima desafía a Tosi. Un negro como prefecto”; Repubblica: “Verona, el desafío de Ibrahima a Tosi. Es el primer inmigrante
candidato a prefecto”; Corriere del Veneto: “Yo, con los más débiles: Barry, el inmigrante, lanza desafío a Tosi”; L’Arena;
“Alternativa Comunista lanza a un candidato inmigrante”), el PdAC
presenta, por primera vez en nuestro país, una lista propia en Verona
para las elecciones municipales de mayo con un obrero inmigrante de
origen africano y comunista candidato a prefecto. Y eso, en Verona,
ciudad administrada por Tosi, el prefecto que hizo la “caza a los
inmigrantes”, uno de los motivos de “orgullo” de su administración.
Ibrahima
Barry es un obrero nacido y criado en Africa, pero que vive hace varios
años en Italia. Candidatea en la única lista 100% comunista, la lista
del PdAC. El candidato del PdAC será el único a la izquierda del PD
-Partido Democrático (que presenta un candidato propio a prefecto,
apoyado por Refundación Comunista, por el SEL -Izquierda, Ecología y
Libertad- e IDV -Italia de los Valores): la candidatura de Ibrahima
Barry pretende ser una candidatura revolucionaria, en contraposición a
los tres grupos burgueses (el vinculado a la Liga Norte, el de
centro-derecha y el de centro-izquierda).
Es una candidatura que tiene un fuerte valor simbólico, que dice no al racismo, en la ciudad donde la Liga Norte
siempre tuvo el mayor apoyo electoral. Pero, la candidatura de Barry
representa, también, las luchas en curso en la ciudad de Verona, como la
de los inmigrantes: la lista de Alternativa Comunista es, de hecho,
apoyada, entre otros, por Moustapha Wagne, el presidente de la
Coordinadora de Inmigrantes de Verona, y sus candidatos están al lado de
los trabajadores y estudiantes italianos y, también, con otros
inmigrantes residentes en la ciudad.
En
los próximos días iniciará la campaña electoral de Ibrahima Barry y el
sábado 14 de abril, se dará una primera iniciativa: una gran fiesta con
debate.
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Fuente: www.alternativacomunista.it
Traducción Laura Sánchez
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Site “30 años de la LIT” lanza sección sobre la guerra de Malvinas (1982)
Viernes 13 de Abril de 2012 |
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El objetivo de los militares era recuperar prestigio llevando a cabo
una reivindicación muy sentida por el pueblo argentino. Al mismo
tiempo, creían que la acción tendría un “bajo costo” ya que, por
tratarse de un territorio de escaso valor económico y geopolítico, Gran
Bretaña no respondería al ataque. Y, en todo caso, el gobierno de los
EE.UU., “dejaría correr” la invasión en “agradecimiento” a la
colaboración que los militares argentinos habían prestado en la
represión y en la contrarrevolución en diversos países de Latinoamérica.
Fue un gravísimo error de cálculo político. El gobierno británico de
Margareth Thatcher, entonces bastante debilitado, aprovechó el hecho
para intentar fortalecerse y envió la fuerza británica naval más
importante desde la Segunda Guerra Mundial, En tanto, el presidente de
EE.UU., Ronald Reagan, la respaldó claramente, aportando apoyo técnico y
bases de reabastecimiento, para enviar un claro mensaje al mundo: con
las posesiones coloniales no se juega.
Empeorando las cosas para el régimen militar, el llamado a apoyar la
invasión se transformó en una desbordante movilización popular que, de
hecho, rompió el control dictatorial del país. Con la invasión de
Malvinas, los militares habían abierto la “caja de Pandora” que llevaría
al fin de la dictadura.
Aprisionados entre una guerra antiimperialista que no querían, por un
lado, y la movilización de masas, por el otro, la gran mayoría de la
burguesía argentina, como el futuro presidente electo Raúl Alfonsín, y
de los altos mandos militares comenzaron a trabajar para la derrota
argentina. Dividido entre quienes querían perder la guerra y quienes
deseaban ganarla, el régimen militar argentino, de hecho, se quebró.
Aunque algunos sectores combatieron con dignidad y efectividad, como
los pilotos de la Fuerza Aérea, en esas condiciones (una conducción
política y militar derrotista) era muy difícil triunfar. Y la derrota
llegó finalmente el 14 de junio, poco después que, en Buenos Aires, el
Papa Juan Pablo II organizara diversas misas y actos masivos llamando a
la rendición. De inmediato, en medio de movilizaciones contra los
militares y enfrentamientos con la Policía, Galtieri renunciaba y, con
él, caía la dictadura.
La Guerra de Malvinas generó, y aún genera, intensas polémicas entre
diversas corrientes políticas y también dentro de la izquierda argentina
y mundial. ¿Qué actitud debía adoptar la izquierda frente a esta acción
de un régimen militar que había secuestrado, torturado y asesinado a
miles de personas? ¿Qué era más importante: la lucha antiimperialista o
el repudio al régimen? ¿Había que jugarse por el triunfo de Argentina,
el de Gran Bretaña o ser “neutral”?
En respuesta a estas preguntas, la organización morenista de aquella
época, el Partido Socialista de los Trabajadores, siguió las enseñanzas
de León Trotsky. En una entrevista de 1938, él afirma claramente que, en
la hipótesis de guerra entre un régimen semifascista semicolonial y una
potencia imperialista “democrática”, los revolucionarios debían ser
parte, sin dudar, del “campo militar” del país semicolonial. Y el PST no
tuvo dudas: desde la clandestinidad a que lo sometía la dictadura
militar, a pesar de haberla combatido heroicamente en esos años y haber
sufrido 100 muertos por la represión, ocupó su lugar en el campo militar
antiimperialista y, junto con la gran mayoría del pueblo argentino,
jugó todas sus fuerzas por el triunfo. Del mismo modo que, después de la
derrota, estuvo en las calles del país impulsando las movilizaciones
que derribaron a la dictadura.
Conozca los materiales de la LIT-CI en esta época
La LIT-CI, fundada unos meses antes, y su sección argentina el PST -
Partido Socialista de los Trabajadores (en la clandestinidad) -
intervinieron en ese proceso con una clara posición antiimperialista,
derivada de principios muy claros enunciados por Trotsky. Tal como ayer,
defendemos orgullosos esta política y su aplicación de los ataques y
calumnias que sufrió y continúa sufriendo.
Presentamos entonces este especial que contiene, en primer lugar,
materiales escritos y publicados por el PST y la LIT-CI en 1982, en
plena guerra o cuando ésta apenas había terminado con la derrota
argentina. En segundo lugar, otros publicados por el MAS argentino,
sucesor del PST, en 1987. Esto materiales incluyen polémicas con otras
fuerzas de izquierda.
En tercer lugar, publicamos materiales escritos recientemente por la
LIT-CI y el PSTU argentino, que abordan tanto la ofensiva de Gran
Bretaña como la respuesta totalmente parcial e insuficiente del gobierno
argentino. Finalmente, presentamos una declaración de la sección
británica de la LIT, la ISL que, totalmente coherente con los principios
revolucionarios, es solidaria y apoya la reivindicación del pueblo
argentino contra su propio imperialismo.
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