Decenas de miles nos movilizamos el 24 a Plaza de Mayo. Como viene
sucediendo en los últimos años, este 24 de marzo también hubo
convocatorias divididas. Lo nuevo esta vez fue la masividad creciente de
quienes nos movilizamos en la convocatoria opuesta a la del gobierno y
sus sectores afines. Lo que está empezando a suceder es que cada
paso de Cristina desde que asumió su segundo mandato va dejando al
descubierto a qué se refería cuando hablaba de “profundizar el modelo”.
Cada vez más compañeros empiezan a pasar de la sorpresa a la duda y la
desconfianza y de allí al enojo y la bronca. Es que al igual que las
hojas de los árboles en otoño, con cada medida del gobierno se van
cayendo su doble discurso y sus caretas dejando cada vez más claras sus
verdaderas intenciones y para qué se propone usar todo el poder que
obtuvo en octubre.
Poniendo techo al salario
“Techo salarial por debajo de la
inflación” es la consigna con la que el gobierno instruye a sus
negociadores. Es decir que los trabajadores continuemos viendo caer
nuestro poder adquisitivo. Mientras tanto los aumentos de precios en los
productos de consumo cotidiano se hacen notar y cada mes el changuito
del súper viene más vacío. Los burócratas sindicales actúan como
grandes auxiliares del gobierno peleándose por quien hace mejor los
deberes que les encarga Cristina y actuando junto a los patrones para
meter miedo con las amenazas de despidos y suspensiones. Así, a pesar de
la fuerza que tenían los paros y ante la bronca y el repudio de los
docentes en las escuelas, Yasky y Baradel se apuraron a cerrar acuerdos
salariales que son una verdadera miseria, casi una burla para el ya
castigado bolsillo de los trabajadores de la educación. Mientras tanto,
otros como Caló (el candidato de Cristina para liderar la CGT) en la
UOM, inician las negociaciones paritarias de una forma novedosa: no
pidiendo nada. Por su parte Moyano continúa con su duelo de palabras con
reclamos al gobierno pero cuidándose muy bien de no hacer ninguna
medida de acción. Pero la bronca por abajo empieza a acumularse y en los
lugares de trabajo se discute cómo prepararse para defender lo que nos
corresponde.
Sin techo para el saqueo
La defensa del
gobierno a su política de subsidios millonarios a las empresas
privatizadas no fue una casualidad. A casi un mes de la masacre de TBA
en Once aún no hay un solo responsable, mientras se siguen dilapidando
millones de pesos de todos los argentinos para continuar los subsidios. A
30 años de la guerra de Malvinas y ante las bravuconadas de los
ingleses, la presidenta amagó con endurecer su política en reclamo de
nuestra soberanía, pero rápidamente moderó su discurso y volvió a la
política de limitarse al reclamo sin perspectivas en los organismos
internacionales. No podía ser de otra manera, no es posible luchar por
nuestra soberanía sobre las islas sin enfrentar de conjunto el brutal
saqueo de todas nuestras riquezas en el resto del territorio. Lo
cierto es que mientras tanto las empresas multinacionales, muchas con
capitales ingleses y yanquis, son las que hacen fabulosos negocios con
las mineras contaminantes liquidando nuestros recursos naturales, son
las que se llevan nuestro petróleo o se quedan con extensos territorios
para robarse hasta el agua. El gobierno ha salido a enfrentarse con
Repsol, quitándole algunas áreas de la producción, pero ya se ha ocupado
de aclarar para que no queden dudas que si no es Repsol será otra
empresa la que tenga las concesiones, lejos de cualquier intención de
recuperar nuestro petróleo. El saqueo imperialista a nuestro país
continúa también con su herramienta fundamental de los últimos 30 años:
cientos de miles de millones hemos pagado de deuda externa. Los
gobiernos kirchneristas ostentan un triste récord en este aspecto, el de
ser los que más han pagado. Y la deuda sin fin continúa al servicio del
saqueo. ¿Se acuerda compañero cuando los Kirchner nos dijeron que ya no
teníamos más deuda?¿Que al fin no dependíamos más ni del FMI ni de
nadie? Ahora Cristina se prepara para pagar 15000 millones solo este año
poniendo hasta las mismas reservas del Banco Central como garantía de
pago. Ni con el petróleo, ni con Malvinas, ni con nuestros recursos y mucho menos con la deuda externa hay techo para el saqueo.
Todas las luchas, una misma lucha
Los
trabajadores y sectores populares tenemos que organizarnos para luchar
en defensa de nuestros intereses, por nuestro salario y condiciones de
trabajo y para terminar con este saqueo. Las decenas de miles que
marchamos el 24 a Plaza de Mayo, los miles de activistas y luchadores
sociales que nos movilizamos en todo el país, tenemos que organizarnos
desde nuestros lugares de trabajo, desde nuestros barrios o lugares de
estudio para levantar una política alternativa a la de Cristina. Tenemos
que organizarnos para pelear por un salario y condiciones de trabajo
dignas, proponiendo que no haya ningún techo salarial y que ni un solo
trabajador cobre menos de lo que vale la canasta familiar. Por aumentos
de salarios por encima de la inflación, sin cuotas y con cláusula
gatillo de reajuste de acuerdo a la inflación real. Para que no haya
ningún despido ni suspensión, que estén prohibidos por ley; y que se
expropie a la patronal que no cumpla. La primer tarea que tenemos
por delante para avanzar en este camino es impulsar la pelea en las
paritarias que están en curso, realizando asambleas en los lugares de
trabajo para discutir y decidir cada paso. Al mismo tiempo rodear de
solidaridad y apoyo a cada uno de los sectores que salen a la lucha
buscando la coordinación. Tenemos que organizarnos para pelear por
recuperar lo nuestro, por la reestatización sin indemnización de las
empresas privatizadas y que sean puestas bajo el control y gestión de
los trabajadores. Por la recuperación de nuestros recursos naturales y
nuestra soberanía en Malvinas y todo nuestro territorio. Para
avanzar en la pelea contra el saqueo tenemos que organizar, desde los
distintos sectores que reivindican esta lucha una gran unidad de acción
que supere el falso discurso del gobierno y que impulse la
renacionalización de YPF y los recursos petroleros. Mientras tanto,
no dejamos de exigir a Moyano que pase del dicho al hecho y junto a la
CTA Micheli y demás sectores convoquen a medidas efectivas para lograr
los reclamos de los trabajadores. El gobierno ya ha demostrado que está
dispuesto a jugar duro, por eso no alcanza con las palabras. Así
como lo hicimos el 24 de marzo, el próximo 1º de mayo tenemos por
delante una gran oportunidad de volver a movilizarnos por miles, en
forma unitaria, para mostrarle al gobierno de Cristina que cada vez
somos más los que no creemos en su doble discurso, que cada vez somos
más los que estamos dispuestos a enfrentar su política de ajuste, saqueo
y represión a los que luchan. Desde el PSTU nos ponemos a disposición
de esta pelea con todos los medios a nuestro alcance y te invitamos a
organizarnos para darla juntos. |
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