lunes, 8 de junio de 2009

La justicia de Macri redobló la persecución contra Juan Carlos Beica, procesándolo nuevamente


La justicia de Macri redobló la persecución contra Juan Carlos Beica, procesándolo nuevamente

El compañero Juan Carlos Beica, dirigente de Convergencia de Izquierda, se presentó ayer junto a su abogado defensor - Juan Carlos Yaggi - , en la sede de la Fiscalía Número 7 - a cargo de la doctora Massaglia -, que lo acusó de “impedir y obstaculizar el desplazamiento de vehículos sin haber dado previo aviso a la autoridad respectiva, habiéndolo realizado en forma intempestiva…”

Según el expediente Beica habría violado el antidemocrático artículo 78 del Código Contravencional, según el cual la justicia de Macri castiga a quienes ejercen el derecho constitucional de protestar marchando por las calles. A través de este mecanismo ya han sido procesados otros/as luchadores/as, como Rubén Saboulard, Oscar Kuperman, los delegados del Casino, la Junta Interna de ATE del INTI, etc.

La nueva causa contra Beica fue iniciada el 15 de abril, cuando cientos de compañeros/as de CI y la CBL - junto a dirigentes de AST, MTR/Cuba, MAS, MST y la Asociación Islámica - lo acompañaron a la Fiscalía 7, donde declaró por otro proceso abierto por el mismo juzgado, que lo acusó por supuestas declaraciones “antisemitas”, realizadas en el marco de las masivas marchas de repudio a la política genocida del estado de Israel.

Con esta acusación la justicia de Macri - amparada por el gobierno nacional -pretende dar un nuevo paso hacia la judicialización de la protesta, en la perspectiva de lograr el objetivo más preciado por los gobernantes de la Ciudad y del país: sacar de las calles a los trabajadores y al pueblo en lucha, de manera de aplicar sus planes de hambre y explotación sin resistencia.

La pelea por el desprocesamiento de Juan Carlos Beica debe combinarse con la lucha más general en contra de la persecución de los miles de compañeros y compañeras procesadas por la justicia y por la libertad de los presos del FAR y de todos los presos políticos.

Hay que construir un único y poderoso movimiento, que unifique en su interior no solo a lo sectores combativos y de izquierda atacados por la represión institucional, sino también a todas las personalidades y organizaciones que se reivindiquen democráticas y estén dispuestas a pelear por la defensa de la plena vigencia de las libertades democráticas.

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