viernes, 11 de septiembre de 2009

Los “compañeros” Chávez, Lula, Morales, Correa y Cristina


Aceptan las Bases Yanquis en Sudamérica


“Aceptan las bases de EEUU en Colombia”, tituló Clarín. “Uribe 1, Unasur 0”, tituló Crítica Digital. Este es el resultado del lamentable show televisivo continental de los gobiernos supuestamente “progresistas”, de “izquierda”, del “socialismo del siglo XXI”, en todas sus variantes.
El Chávez “rojo, rojito”, Lula, el obrero devenido presidente, Evo Morales, el representante de los pueblos originarios, Lugo, el obispo progresivo, Correa, la socialista Bachelet, el frenteamplista Tabaré y la peronista Cristina, fueron “incapaces de elaborar una salida coordinada a la crisis regional”, como escribió el diario La Nación.De esta manera, la Cumbre de Bariloche terminó con una tibia declaración final en la que se instruye al Consejo de Defensa de la Unasur para que diseñe “medidas de fomento de la confianza y de la seguridad” en una reunión en septiembre próximo.La frase más dura del documento final dice que “la presencia de fuerzas militares extranjeras no pueden(...) amenazar la soberanía e integridad de cualquier nación suramericana y en consecuencia la paz y seguridad en la región”.Más aún: cualquier país podría tener tropas extranjeras en su territorio siempre y cuando no amenace la soberanía e integridad territorial de los miembros de la región, según reza el punto tres del texto final.El presidente colombiano Álvaro Uribe ni siquiera tuvo que molestarse en mostrar el acuerdo con Estados Unidos, que es secreto. Como emisario de Barack Obama, junto con el gran director de orquesta, Lula, se llevó el triunfo sin levantar la voz, en medio de una sorprendente buena letra de Chávez y de los supuestos “izquierdistas”.Hasta el vocero más agudo de la burguesía argentina, el diario La Nación, se sorprendió por la buena letra de Chávez: “De forma sorprendente, el usualmente verborrágico presidente venezolano se mostró más contenido que de costumbre. “Ha sido un gran paso para la paz”, dijo al final.Daba vergüenza observar la transmisión en directo por televisión. El “compañero” Lula habló en tono coloquial al “querido compañero Uribe”, se reunió antes con Chávez para frenarlo, de tal manera que su exposición pareció la de un catedrático de universidad, respetuoso y sin exabruptos.El ex obispo Lugo dijo que “Paraguay se manifiesta profundamente pacifista”, pero olvidó decir que tiene una base militar yanqui en su territorio, y pidió “que Uribe no se sienta interpelado por nosotros”, disculpándose.“Que el compañero Uribe tenga la seguridad de que no lo invitamos a la reunión para atacarlo”, repitió Lula, al tiempo que el más duro de todos, Evo Morales, propuso una medida radical: ¡un referéndum suramericano!Lula resumió la voz de todos diciendo: “Respetamos el acuerdo, pero queremos resguardarnos. Tener cuidado y tomar sopa no le hace mal a nadie”, y se limitó a exigir “garantías jurídicas” en el marco de las leyes internacionales.De esta manera, los gobiernos más “radicales” del continente, no movieron ni un dedo para impedir un avance militar yanqui contra nuestros pueblos.Del golpe en Honduras, ni hablar. La mención más fuerte fue la de Rafael Correa, que pidió tomar medidas “un poco más contundentes para intentar que regrese la democracia a Honduras”.

El ALBA: ¿lo más avanzado de la integración latinoamericana?
Un amplio sector de la izquierda y del trotskismo, desgraciadamente ha depositado ilusiones en los gobiernos de Chávez, Evo Morales y Rafael Correa, que vergonzosamente agacharon la cabeza en Bariloche dejando pasar la más seria avanzada militar del imperialismo en Suramérica.El MST de Argentina y su corriente internacional acaban de realizar un seminario en San Pablo, donde dicen que el modelo bolivariano de Chávez “colocó un nuevo enfoque de la lucha continental por la independencia y la pendiente tarea de la integración latinoamericana”, ya que “se constituyó el ALBA como un bloque independiente de países que expresan el punto más avanzado de una nueva integración latinoamericana que constituya la Patria Grande a la que aspiramos”.¿Qué hicieron los miembros del ALBA en Bariloche? ¡¡¡NADA!!! ¡El “punto más avanzado de una nueva integración latinoamericana” dejó pasar la instalación de siete bases yanquis en Suramérica!Otros partidos, como Izquierda Socialista, “esperaron” que los supuestamente “combativos” gobiernos de Bolivia, Ecuador y Venezuela, fueran “coherentemente antiimperialistas”. IS sostiene: “Si Chávez, Evo Morales y Correa son coherentes con las declaraciones que han hecho contra el intervencionismo, deberían ya estar denunciando a esta reunión y diciendo públicamente que no concurrirán. Esperamos que lo hagan. En todo caso hay que denunciar esto ante los pueblos”.Si bien Evo Morales fue el único que exigió que UNASUR condenara y rechazara la instalación de las bases, después terminó uniéndose al coro de Chávez y Correa, dos gobiernos nacionalistas burgueses, que aceptaron la instalación de las bases.
“¿Para qué van a dominar el petróleo si usted se los vende todo?”
Fue tan patético el papel de Chávez en la reunión, que hasta el presidente peruano Alan García, aliado de Estados Unidos, se dio el lujo de burlarse de él, diciéndole: “Hombre, ¿para qué van a dominar el petróleo, si usted se lo vende todo?”Venezuela tiene en sus manos el arma más poderosa contra Estados Unidos: el petróleo. Pero a pesar de todas sus declaraciones rojas, mientras habla de socialismo del siglo XXI, su gobierno sobrevive gracias al petróleo que envía al país del norte para proveer de combustible a los aviones que se instalarán en la base de Palanquero.Según un documento de la Oficina de Contabilidad de Estados Unidos:“Estados Unidos importa 13 millones de barriles de petróleo crudo y refinado diariamente, o 65% de su consume total diario. Venezuela es el octavo mayor exportador de petróleo crudo provee 1.5 millones de barriles diarios de petróleo crudo y productos refinados como gasolina al mercado norteamericano, es decir, un 11% de las actuales importaciones.La mayoría del petróleo que no se consume en Venezuela se exporta a Estados Unidos, que es el mercado natural para el petróleo venezolano por su cercanía – cinco días de tanquero hasta la costa del Golfo, comparado con 30 a 40 días desde el Medio Oriente. Más aún, PDVSA posee cinco refinerías en Estados Unidos y parte de otras cuatro, a través de sociedad con empresas norteamericanas o de la subsidiaria de PDVSA, CITGO.Según el informe citado, un modelo desarrollado por el Departamento de Energía estima que “una disrupción de seis meses del petróleo venezolano con la pérdida temporaria de 2.2 millones de barriles por día conllevaría un aumento significativo de los precios del crudo y una reducción de 23000 millones en el PNB de Estados Unidos”.

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