Todos los gobiernos, desde 1983 a la fecha, tanto peronistas como radicales y “aliancistas”, le pagaron a los usureros internacionales la friolera de 200.000 millones de dólares, una suma con la cual se podría haber reconstruido el país varias veces. ¡Sin embargo, después de semejante saqueo la Argentina continúa debiendo casi la misma cantidad: cerca de 180.000 mil millones!
Esto significa que todos los presidentes, incluidos Néstor y Cristina Kirchner, han sido cómplices de una estafa gigantesca cuyo único objetivo ha sido aumentar el patrimonio de los grandes banqueros de New York y demás capitales imperialistas a costa del hambre, la destrucción de los recursos y la explotación de millones de trabajadores.
Sin embargo Cristina llegó aún más lejos que sus antecesores, porque después de crear un fondo con las reservas del Banco Central para garantizar el pago religioso de la deuda, declaró que esta “era legítima” y que “había que pagarla…”, ubicándose así a la derecha de sus propias declaraciones, ya que tiempo atrás sostenía que hacía falta investigarla.
Hasta hace poco el matrimonio presidencial, al igual que sus más íntimos allegados, reivindicaba el estudio realizado por Alejandro Olmos, quien después de 18 años de investigación concluyó que la inmensa mayoría de los “compromisos externos” eran fraudulentos.
En base a este análisis el juez Ballestero, que nada tiene de izquierdista, dictaminó en el año 2000 que la deuda había sido agigantada por la última dictadura militar como un mecanismo para someter al país…
El tema volvió a ubicarse en el tapete a partir de la negativa del presidente del Banco Central - Martín Redrado - a pagar vencimientos de la misma con fondos provenientes de las reservas de la institución que preside este ex funcionario menemista.
Redrado, que al igual que Cristina y la mayoría de la oposición de derecha está a favor de seguir pagando, sólo difiere con el gobierno en la necesidad de recurrir a las reservas, ya que propone utilizar los mecanismos más “clásicos”, o sea pedirle nuevos créditos a los usureros.
Los socialistas no acordamos con ninguno de estos funcionarios, cómplices del plan de ajuste y entrega que está transformando a la Argentina en un país cada vez más parecido a Haití después del terremoto. Afirmamos tajantemente que hay que cortar con la deuda y utilizar esos cuantiosos fondos para cubrir las necesidades insatisfechas de la mayoría de los trabajadores y el pueblo.
Estamos en contra de tocar las reservas o utilizar cualquier otro recurso para continuar pagando esa estafa que enriquece a pocos a costa del hambre y la desocupación de millones. En ese sentido resulta progresiva la propuesta del bloque de diputados encabezado por Pino Solanas, que se expresó a favor de la investigación de la legitimidad de la deuda.
Con dinero proveniente del no pago habría que poner en marcha un plan de obras públicas – controlado por comisiones obreras y populares – que le garantice el trabajo a millones y ponga en marcha la construcción de escuelas, caminos, hospitales y viviendas.
Hay que dejar de pagar para invertir en la salud y la educación pública y gratuita y para que se imponga un seguro de 2500 pesos para todos los desocupados hasta que consigan un nuevo empleo.
Llegó el momento de organizar un amplísimo movimiento que involucre a todos los sectores democráticos, nacionalistas y de izquierda que estén de acuerdo en luchar por el No Pago de la Deuda Externa.
En las fábricas, oficinas y empresas hay que hacer asambleas para instalar el tema y exigirle a las conducciones gremiales, tanto a las de la CGT y como a las del CTA que se pongan a la cabeza de esta lucha por la recuperación del patrimonio nacional.
En el aniversario del Bicentenario, en vez de crear fondos para mantener la dependencia con los imperialistas que continuarán saqueando el país y explotando a millones, hay que romper las cadenas y conquistar la Segunda Independencia Nacional, echando mano a los recursos que se roban los dueños del mundo para recuperar la soberanía perdida después de años de gobiernos entreguistas.
El acto realizado frente al Congreso por la CCC, MST, IS, Mario Cafiero, representantes del Proyecto Sur, el Foro de la Deuda, sectores del CTA y otros dirigentes y organizaciones, como así también la reunión que se organizó al otro día del mismo, donde se incorporaron otras organizaciones como el Partido Obrero, pueden ser el primer paso en el sentido de la construcción de este gran movimiento.
22 de enero
Todos a la marcha desde Congreso hacia Plaza de Mayo
Por el No Pago de la Deuda Externa
Distintas agrupaciones sociales, sindicales, políticas y personalidades acordamos en convocar una marcha para el próximo viernes 22 de enero – 17 horas – desde el
Congreso hacia la Plaza de Mayo.
El objetivo de esta acción es levantar una bandera opuesta a la que proponen el gobierno, Redrado y la mayoría de la oposición de derecha, quienes coinciden en seguir pagando esa monumental estafa denominada deuda externa.
Convergencia de Izquierda junto a la CCC, el MST, Proyecto Sur, Partido Obrero, Asambleas del Pueblo, Foro de la Deuda, Centro Cultural Alejandro Olmos, Partido Socialista de la Izquierda Nacional, Movimiento por un Pueblo Libre, Izquierda Socialista, etc. convocamos a los trabajadores y al pueblo a movilizarse ese día en base a las siguientes consignas:
No pago de la deuda externa, ilegítima y fraudulenta
No al pacto del gobierno y la oposición que quiere seguir pagando
Plata y recursos para salarios, trabajo, vivienda, salud y educación para todos
Por un plebiscito o consulta vinculante para que los trabajadores y el pueblo decidan si quieren o no continuar pagando la deuda externa
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