Mientras los funcionarios del gobierno consumen horas y horas frente a las cámaras de la televisión explicando la inexistencia del proceso inflacionario, la realidad, que es la “única verdad”, pega duro sobre los bolsillos de los trabajadores y el pueblo.
Los salarios de la mayoría de la población se caen en picada empujados por el aumento desmesurado e imparable de los precios, cuyo principal responsable es el gobierno nacional, que aplica el “impuesto” inflacionario al conjunto de la población.
El objetivo de este tributo es rebajar los costos salariales de las grandes empresas y los monopolios, que para aumentar la “competitividad” necesitan mano de obra cada vez más barata y flexible.
Lamentablemente, quienes deberían contestarle al gobierno con un paro nacional por un aumento no menor al 30% estrechan filas junto a Cristina y a sus ministros, sosteniendo su política de hambre, saqueo y explotación al servicio de las ganancias de los monopolios nacionales y extranjeros.
Sin embargo, pese a la agachada de los dirigentes, quienes de entrada aceptaron un techo salarial anual del 15 al 20%, la bronca de las bases ya empezó a hacerse oír en las asambleas y plenarios de delegados que salieron a exigir aumentos superiores, como sucedió en varias seccionales metalúrgicas.
Lo mismo pasa con los compañeros y compañeras docentes de Neuquén, o días atrás con los de San Luís y Tierra del Fuego, que continúan peleando por aumento de salarios a pesar de la traición de los dirigentes de CTERA, que firmaron un aumento miserable y están tratando de aislar estos conflictos provinciales.
La mayoría de los trabajadores saben que el gran problema para garantizar una lucha más o menos consecuente pasa por sus dirigentes. Pero al mismo tiempo la realidad muestra que se pueden lograr triunfos significativos, como el que lograron los estibadores de Rosario después de bloquear el puerto durante varios días.
Es también el ejemplo de los aceiteros de Santa Fé, quienes consiguieron un aumento del 33% al 36 % y llevaron el básico inicial a $4.000.- sin adicionales, o el de los trabajadores de la alimentación que iniciaron un plan de lucha por 30%, habiendo ya obtenido un básico inicial de $3.440 para la rama avícola del sector.
Los luchadores y la izquierda tienen que apoyarse en estos ejemplos para impulsar las luchas, proponiendo asambleas y plenarios de delegados en donde se exija e imponga la unidad de los reclamos, tanto a nivel de un gremio como a nivel regional.
El Primero de Mayo será una buena oportunidad para avanzar en ese sentido, levantando una tribuna de lucha en Plaza de Mayo, contraponiéndola con los actos que realizarán las conducciones de la CGT y CTA lejos de Buenos Aires y de otras ciudades importantes, de manera de disimular su apoyo al gobierno y a su plan.
Hace varios años que la izquierda y los luchadores hemos conquistado la Plaza para conmemorar el Día Internacional de Lucha de los Trabajadores. Este año debemos ponerla a disposición de las compañeras y compañeras que están al frente de las luchas y se niegan a agachar la cabeza como proponen los burócratas sindicales kirchneristas.
El día del trabajador hay que llenar la Plaza de Mayo con miles de trabajadores, con las comisiones internas, delegados y sindicatos que están cuestionando los techos salariales del gobierno y de la burocracia.
Hace falta un gran acto de apoyo a las huelgas y conflictos obreros y populares, por la construcción de una nueva dirección obrera, combativa y antiburocrática y por la defensa de los activistas perseguidos, procesados o condenados por la justicia del ajuste.
Desde la plaza tenemos que empezar a construir el Paro Nacional por un aumento no menor al 30% (con cláusula gatillo), por una ley que prohíba los despidos y suspensiones y por la defensa de los puestos de trabajo.
También que se exija que se deje de pagar la deuda externa y se apliquen impuestos importantes y progresivos a las grandes empresas para poner en marcha con esos recursos un Plan de Obras y Servicios que de trabajo a millones y sirva para construir escuelas, caminos, hospitales y viviendas.
El primero de Mayo debe estar al servicio de la construcción de una nueva dirección combativa y democrática de la clase obrera y el pueblo que encabece la lucha consecuente contra el plan de hambre, saqueo y explotación del gobierno de Cristina.
El 1º Todos a la Plaza
En el día internacional de lucha de los trabajadores instaurado por la Segunda Internacional en 1889 y conmemorado en nuestro país desde 1890, los trabajadores del mundo expresaremos nuestros históricos reclamos negados por los gobiernos capitalistas que dominan el planeta.
La crisis económica mundial que golpea sobre los derechos conquistados en la Europa del llamado “Estado de Bienestar” provoca la lucha de millones de trabajadores. Este 1 de mayo será una jornada internacional de lucha obrera como hace años no vemos, porque nos uniremos para repudiar la explotación capitalista con sus secuelas de hambre y miseria.
Los dirigentes sindicales de la CGT harán un acto en Concordia, lejos de la Casa de Gobierno pero cerca de Néstor Kirchner, para apoyar su candidatura. Reciben tantos favores que no ven necesaria la lucha en un país donde para el gobierno y la estadística de Guillermo Moreno la pobreza bajó a niveles del año 1974. Vergonzoso.
Nosotros vamos a estar en Plaza de Mayo con Ud. compañero, porque tenemos que luchar por un aumento general de emergencia del 30% con cláusula gatillo ante la inflación galopante para exigir el blanqueo de la mitad de los trabajadores argentinos en negro y todos los derechos pisoteados como el del 82% móvil. Estaremos allí para expresar nuestra bronca contra las mentiras de los Kirchner y nuestra decisión de contribuir a la unidad de todos los trabajadores para luchar y derrotar el plan de ajuste inflacionario del Gobierno.
Para proponer un plan obrero y popular que parta de No Pagar la fraudulenta deuda externa. Para exigir que se terminen los crímenes del aparato represivo contra el pueblo; por toda la verdad sobre la muerte de Silvia Suppo y la investigación y castigo por la desaparición de Julio López, y por todos los derechos democráticos vulnerados por los Kirchner.
Convergencia de Izquierda, junto a partidos políticos y organizaciones sociales, convocamos a Plaza de Mayo. Llamamos a todos los compañeros a ponernos en funcionamiento para organizar un gran acto de lucha para llenar Plaza de Mayo.
Los salarios de la mayoría de la población se caen en picada empujados por el aumento desmesurado e imparable de los precios, cuyo principal responsable es el gobierno nacional, que aplica el “impuesto” inflacionario al conjunto de la población.
El objetivo de este tributo es rebajar los costos salariales de las grandes empresas y los monopolios, que para aumentar la “competitividad” necesitan mano de obra cada vez más barata y flexible.
Lamentablemente, quienes deberían contestarle al gobierno con un paro nacional por un aumento no menor al 30% estrechan filas junto a Cristina y a sus ministros, sosteniendo su política de hambre, saqueo y explotación al servicio de las ganancias de los monopolios nacionales y extranjeros.
Sin embargo, pese a la agachada de los dirigentes, quienes de entrada aceptaron un techo salarial anual del 15 al 20%, la bronca de las bases ya empezó a hacerse oír en las asambleas y plenarios de delegados que salieron a exigir aumentos superiores, como sucedió en varias seccionales metalúrgicas.
Lo mismo pasa con los compañeros y compañeras docentes de Neuquén, o días atrás con los de San Luís y Tierra del Fuego, que continúan peleando por aumento de salarios a pesar de la traición de los dirigentes de CTERA, que firmaron un aumento miserable y están tratando de aislar estos conflictos provinciales.
La mayoría de los trabajadores saben que el gran problema para garantizar una lucha más o menos consecuente pasa por sus dirigentes. Pero al mismo tiempo la realidad muestra que se pueden lograr triunfos significativos, como el que lograron los estibadores de Rosario después de bloquear el puerto durante varios días.
Es también el ejemplo de los aceiteros de Santa Fé, quienes consiguieron un aumento del 33% al 36 % y llevaron el básico inicial a $4.000.- sin adicionales, o el de los trabajadores de la alimentación que iniciaron un plan de lucha por 30%, habiendo ya obtenido un básico inicial de $3.440 para la rama avícola del sector.
Los luchadores y la izquierda tienen que apoyarse en estos ejemplos para impulsar las luchas, proponiendo asambleas y plenarios de delegados en donde se exija e imponga la unidad de los reclamos, tanto a nivel de un gremio como a nivel regional.
El Primero de Mayo será una buena oportunidad para avanzar en ese sentido, levantando una tribuna de lucha en Plaza de Mayo, contraponiéndola con los actos que realizarán las conducciones de la CGT y CTA lejos de Buenos Aires y de otras ciudades importantes, de manera de disimular su apoyo al gobierno y a su plan.
Hace varios años que la izquierda y los luchadores hemos conquistado la Plaza para conmemorar el Día Internacional de Lucha de los Trabajadores. Este año debemos ponerla a disposición de las compañeras y compañeras que están al frente de las luchas y se niegan a agachar la cabeza como proponen los burócratas sindicales kirchneristas.
El día del trabajador hay que llenar la Plaza de Mayo con miles de trabajadores, con las comisiones internas, delegados y sindicatos que están cuestionando los techos salariales del gobierno y de la burocracia.
Hace falta un gran acto de apoyo a las huelgas y conflictos obreros y populares, por la construcción de una nueva dirección obrera, combativa y antiburocrática y por la defensa de los activistas perseguidos, procesados o condenados por la justicia del ajuste.
Desde la plaza tenemos que empezar a construir el Paro Nacional por un aumento no menor al 30% (con cláusula gatillo), por una ley que prohíba los despidos y suspensiones y por la defensa de los puestos de trabajo.
También que se exija que se deje de pagar la deuda externa y se apliquen impuestos importantes y progresivos a las grandes empresas para poner en marcha con esos recursos un Plan de Obras y Servicios que de trabajo a millones y sirva para construir escuelas, caminos, hospitales y viviendas.
El primero de Mayo debe estar al servicio de la construcción de una nueva dirección combativa y democrática de la clase obrera y el pueblo que encabece la lucha consecuente contra el plan de hambre, saqueo y explotación del gobierno de Cristina.
El 1º Todos a la Plaza
En el día internacional de lucha de los trabajadores instaurado por la Segunda Internacional en 1889 y conmemorado en nuestro país desde 1890, los trabajadores del mundo expresaremos nuestros históricos reclamos negados por los gobiernos capitalistas que dominan el planeta.
La crisis económica mundial que golpea sobre los derechos conquistados en la Europa del llamado “Estado de Bienestar” provoca la lucha de millones de trabajadores. Este 1 de mayo será una jornada internacional de lucha obrera como hace años no vemos, porque nos uniremos para repudiar la explotación capitalista con sus secuelas de hambre y miseria.
Los dirigentes sindicales de la CGT harán un acto en Concordia, lejos de la Casa de Gobierno pero cerca de Néstor Kirchner, para apoyar su candidatura. Reciben tantos favores que no ven necesaria la lucha en un país donde para el gobierno y la estadística de Guillermo Moreno la pobreza bajó a niveles del año 1974. Vergonzoso.
Nosotros vamos a estar en Plaza de Mayo con Ud. compañero, porque tenemos que luchar por un aumento general de emergencia del 30% con cláusula gatillo ante la inflación galopante para exigir el blanqueo de la mitad de los trabajadores argentinos en negro y todos los derechos pisoteados como el del 82% móvil. Estaremos allí para expresar nuestra bronca contra las mentiras de los Kirchner y nuestra decisión de contribuir a la unidad de todos los trabajadores para luchar y derrotar el plan de ajuste inflacionario del Gobierno.
Para proponer un plan obrero y popular que parta de No Pagar la fraudulenta deuda externa. Para exigir que se terminen los crímenes del aparato represivo contra el pueblo; por toda la verdad sobre la muerte de Silvia Suppo y la investigación y castigo por la desaparición de Julio López, y por todos los derechos democráticos vulnerados por los Kirchner.
Convergencia de Izquierda, junto a partidos políticos y organizaciones sociales, convocamos a Plaza de Mayo. Llamamos a todos los compañeros a ponernos en funcionamiento para organizar un gran acto de lucha para llenar Plaza de Mayo.
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