¡FUERA TBA!
La muerte de 50 trabajadores y los centenares de
heridos de la estación Once no son un accidente, son un crimen.
Son el resultado inevitable de
la sed de ganancia de una empresa como TBA, que transformó en ganancia absoluta
los cientos de millones de subsidios otorgados por el gobierno, en lugar de
dotar al servicio de las mínimas condiciones de seguridad. Y son el resultado
inevitable de la complicidad y corrupción del gobierno nacional, que permitió
esa situación y continuó llenando de plata los bolsillos de los empresarios y
los funcionarios, mientras se viajaba cada vez peor.
No fue una sorpresa. Tres accidentes graves durante 2011, y las infinitas
denuncias de los propios trabajadores ferroviarios y sus sindicatos de base son
prueba de que esta tragedia pudo y debió evitarse. Pero los responsables de la
empresa y el gobierno no quisieron evitarlo. Y las cúpulas sindicales
nacionales, comprometidas con el gobierno, hicieron silencio.
Es imprescindible la investigación y el castigo de
todos los responsables de esta masacre, tanto empresariales como
gubernamentales. Es la
mínima justicia que merecen los familiares de las víctimas, cuyo único anhelo
fue intentar llegar a sus trabajos, como lo hacían todos los días, viajando
hacinados.
NO
SE PUEDEN PERMITIR MÁS MUERTES IMPUNES
Desde el gobierno brotan
palabras de dolor y promesas de investigaciones que jamás llegarán a ningún
lado, como sucedió en casos anteriores.
Lo que hace falta son soluciones. Por supuesto, es necesario remover de sus
cargos al Secretario de Transporte y todos los implicados. Pero con eso no
alcanza. El peligro continúa.
La CGT, a través de los dirigentes Julio Piumato y
Facundo Moyano, reclamó la anulación de la concesión a TBA. Estamos en completo
acuerdo. Se hace necesario un plan de lucha junto a los trabajadores
ferroviarios hasta lograrlo.
La verdadera razón de fondo de
estos desastres, luego de años de privatización y subsidios tirados a la
basura, es la privatización misma. Para las empresas, es solo dinero. No seres
humanos que viajan a trabajar o a cumplir sus obligaciones.
Es preciso proceder a la
anulación inmediata de la concesión, y la reestatización de esas y las demás
empresas ferroviarias privatizadas. Y que el ferrocarril funcione ya mismo bajo
control de sus propios trabajadores. Esa es la solución, y eso es lo que
exigimos al gobierno nacional.
Eso es perfectamente posible,
convocando a cientos de ingenieros y técnicos especialistas que quedaron en la
calle con la privatización, y poniendo todo ese conocimiento para brindar un
buen servicio.
Desde la izquierda, llamamos
a Proyecto Sur, de Pino Solanas, y demás organizaciones sociales, políticas, de
derechos humanos que siempre ha defendido la reestatización del tren, a
dirigirnos a la CGT y la CTA, y proponer juntos un cambio total en el sistema
de transportes en el que viajan los trabajadores. La vida de todos está en
juego. Hoy fue el Sarmiento, mañana puede ser el Roca, el Mitre, el subte o
Aerolíneas.
¡NI UNA MUERTE MÁS!
¡POR EL DERECHO DE LOS TRABAJADORES A VIAJAR SEGUROS!
¡CASTIGO A LOS RESPONSABLES!
¡FUERA
TBA!
¡REESTATIZACIÓN DEL FERROCARRIL!
PSTU
Partido Socialista de los Trabajadores Unificado
Febrero 23 del
2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario