Escrito por PSTU - Argentina |
Viernes 18 de Mayo de 2012 |
Al borde del abismo... Un paso al frente hacia el Secretariado Unificado (SU)
Entre
el 8 y 11 de marzo se realizó el 8º Congreso del MST. La novedad más
importante fue la ratificación de un protocolo para la “unificación y
confluencia” con el “sector del trotskismo proveniente del mandelismo
bajo el ámbito de la IV” (en su periódico A.S. 15/3/12).
En el mismo artículo se destaca la participación de João Machado, dirigente del PSOL de Brasil y de la autoproclamada “IV Internacional” (Secretariado Unificado) en las deliberaciones. El MST da así un paso decisivo en su ruptura con el “morenismo”, integrándose al agrupamiento internacional que el propio Nahuel Moreno definió como el “centro del revisionismo” -del abandono de los principios revolucionarios en el trotskismo- y cuyas posiciones dedicó buena parte de su vida a combatir.
Desde
estas páginas queremos dirigirnos a aquellos camaradas que fueron parte
del MST y a muchos que aún integran sus filas, que continúan
reivindicándose morenistas y defendiendo los principios de nuestra
corriente histórica, a todos los que ante este nuevo salto en el
abandono de los principios revolucionarios se cuestionan cuáles son los
motivos y qué hacer, para proponerles abrir un diálogo común.
¿La unidad de los revolucionarios? ¿Con quiénes?
En
el acto de homenaje a Nahuel Moreno que organizaron, Alejandro Bodart,
principal dirigente y legislador del MST, apeló a supuestas enseñanzas
del fundador de nuestra corriente y de León Trotsky para justificar su
integración al SU. Según Bodart, el MST estaría llevando a la práctica
una política de “unidad internacional de los revolucionarios” al
integrarse a la corriente mandelista. ¿Qué hay de cierto?
Ernest
Mandel surge como uno de los principales teóricos y dirigentes de la IV
Internacional luego de la muerte de Trotsky y finalizada la 2º Guerra
Mundial. Junto a Michel Pablo van a ser responsables de orientaciones
desastrosas que llevaron por ejemplo a la traición de la Revolución
Boliviana de 1952. Posteriormente Mandel al frente ya del SU de la IV,
va a impulsar la capitulación a cuanta dirección nacionalista y
pequeñoburguesa surgió en la postguerra, desde el FLN argelino, al FSLN
nicaragüense, pasando por la dirección castrista y Kadafi considerándolas
a todas ellas direcciones “revolucionarias”. En sus últimos años hizo
con lo propio Gorbachov en la ex URSS, el impulsor de la restauración
capitalista allí, a quien consideraba un ala “progresiva” de la
burocracia soviética.
Los
actuales dirigentes de esta corriente han sido fieles discípulos de su
maestro. A partir de la caída de la Unión Soviética, sacaron la
conclusión de que la perspectiva revolucionaria había desaparecido, y
que la lucha por el socialismo, por la toma del poder por la clase
obrera, se perdía en un futuro lejano. A partir de eso, comenzaron a
tirar por la ventana todo el bagaje programático y político del
leninismo y el trotskismo.
La
LCR francesa, su sección más importante eliminó de su programa la
“dictadura del proletariado” en el 2005 y después disolvió su
organización en el Nuevo Partido Anticapitalista (NPA), una organización
“amplia” con sectores reformistas, abandonando la lucha por la
revolución socialista. En Portugal, el Bloque de Izquierda dirigido por
el mandelismo, apoyó en las últimas elecciones al candidato del PS,
partido que aplicó un brutal ajuste contra los trabajadores desde el
gobierno, propone la renegociación de la deuda de los banqueros, y sus
diputados votaron las medidas de ajuste de la UE a Grecia. En Brasil su
corriente DS [1],
integró el gobierno de frente popular de Lula en el 2003, al frente del
Ministerio de Desarrollo Agrario. No menos vergonzoso es el apoyo del
SU ante las intervenciones “humanitarias” del imperialismo, primero en
Timor, luego en Irak y recientemente en Libia, donde Gilbert Achcar, un
intelectual libanés ligado a su corriente, encabezó “desde la izquierda”
el apoyo a la intervención de la OTAN, llegando a afirmar que “era moral
y políticamente un error, por parte de la izquierda, oponerse a la zona
de exclusión aérea”.[2]
Finalmente
en el último Congreso del SU (2010), del cual participó como invitado
el MST, se ratificó “la necesidad de impulsar partidos anticapitalistas” [3]
al estilo del NPA en todo el mundo. El MST, por su parte, dejó claro
allí cuál es su propuesta para la construcción de una nueva
internacional: “algún tipo de coordinación o federación que contenga a
distintos sectores, sería un polo importante para actuar con más fuerza
sobre la realidad mundial.” [4]
Las razones del derrotero
El
MST surgió en 1992 como una de las corrientes en que se escindió el
viejo MAS y la propia LIT-CI, fuertes organizaciones revolucionarias que
Moreno había ayudado a fundar y construir y que estallaron algunos años
después de su muerte.
Nosotros
creemos que el largo derrotero que termina con esta integración del MST
al SU tiene sus orígenes en desviaciones que se fueron profundizando a
lo largo de los años y que son parte del debate que queremos hacer con
aquellos compañeros que no están dispuestos a acompañar este paso.
Este
agudo giro tuvo su último jalón en el 2011 con la integración formal
del MST en Proyecto Sur, un frente patronal de conciliación de clases
con un programa de centroizquierda. Por primera vez en nuestro país, un
partido trotskista que se dice además “morenista”, abandona la pelea por
la independencia de clase en aras de construir una “herramienta amplia”
para pelear por una “franja de masas”. Sin embargo, el Frente de
Izquierda y los Trabajadores (FIT) -del cual el PSTU es parte- superó en
sus votaciones a Proyecto Sur, que por el contrario se derrumbó,
arrastrando en la caída ese argumento.
Pero
en este derrotero el MST no estuvo solo. Los demás grupos de su
corriente internacional llegaron incluso más lejos. Tal es el caso de Marea Socialista que integra el PSUV, el partido de Chávez en Venezuela, al igual que La Lucha Continúa
de Perú, integrante del Partido Nacionalista Peruano del actual
gobernante Ollanta Humala o el MES que recolectó fondos entre los
empresarios para la última campaña electoral del PSOL en Rio Grande do
Sul.
En defensa del morenismo, en defensa del trotskismo
Nahuel
Moreno dedicó sus mayores esfuerzos a la construcción de una
internacional revolucionaria y al igual que Trotsky lo consideraba su
tarea más importante. Por eso nuestra corriente fue parte desde su
inicio de los distintos procesos de reagrupamiento para la
reconstrucción de la IV Internacional.
Sin
embargo, nuestra participación siempre fue crítica, batallando contra
las posiciones revisionistas de Pablo y Mandel, mayoritarias
lamentablemente en la internacional. Cuando en 1979 nuestros compañeros
de la Brigada Simón Bolivar fueron torturados y expulsados por orden del
gobierno sandinista por tratar de organizar sindicatos y un partido
revolucionario en Nicaragua, la dirección del SU se negó a defenderlos.
Ya no se trataba entonces de diferencias políticas sino de un gravísimo
problema moral y de principios. Eso precipitó la ruptura, y luego de un
frustrado intento de unificación con la corriente de Pierre Lambert,
este proceso culminó con la fundación de la LIT-CI en 1982, nuestra
organización internacional que celebra este año sus 30 años de
existencia.
Esta
es la verdadera historia del morenismo, que nada tiene que ver con el
impulso a “alternativas amplias” ni “coordinaciones internacionales” con
corrientes oportunistas. Se trata de décadas de lucha consecuente por
construir partidos revolucionarios fuertemente enraizados en la clase
obrera, flexibles en sus tácticas y formas organizativas, pero firmes en
la defensa de los principios, la teoría, el programa y la moral
revolucionaria. Y también de una Internacional y partidos organizados en
base al centralismo democrático, tal como también planteaba Trotsky.
Exactamente lo opuesto de la caricatura grotesca que hace Bodart en el
acto mencionado, tratando de vender “gato por liebre”.
Esta
pelea y trayectoria del morenismo es la que hoy continuamos en la LIT,
que luego de superar su gravísima crisis, se ha rearmado teórica y
programáticamente. Y ha logrado dinámicos avances con la incorporación
en los últimos años del PdAC [5] de Italia, proveniente de Refundación Comunista, la reciente fundación de una nueva sección en Portugal, el MAS [6],
con compañeros que rompieron con el Bloque de Izquierda o el desarrollo
de Corriente Roja en España. Pero también la LIT ha crecido por la
reincorporación a la misma de partidos y grupos morenistas que se habían
alejado en los últimos años como el PST Colombiano o más recientemente
el PST de Honduras, entre otros. La propia fundación del PSTU como
sección argentina es parte de ese proceso, en el que nos hemos
reagrupado cuadros y militantes morenistas de distintas trayectorias.
Hoy
la LIT y el PSTU son organizaciones al servicio de construir la
dirección revolucionaria que permita darle una salida obrera y
socialista a la crisis capitalista. Desde estas páginas convocamos a
todos los compañeros que quieren seguir esta pelea por la reconstrucción
de un gran partido y una internacional revolucionarios a que abramos un
diálogo juntos y a dar la pelea en común por esta tarea.
[1] - Democracia Socialista, corriente interna del PT.
[2] - Achcar Gilbert, Un debate legítimo y necesario desde una óptica antiimperialista, 2011.
[3] - Sergio García, XVI Congreso del Secretariado Unificado (IV Internacional) http://www.mst.org.ar/nueva/?p=11310 (consultado 09/04/12)
[4] - Ídem
[5] - Partido de Alternativa Comunista.
[6] - Movimiento Alternativa Socialista.
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viernes, 18 de mayo de 2012
El MST abandona el morenismo
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