lunes, 13 de julio de 2009

¡Todo el apoyo a las luchas del pueblo hondureño! ¡Ningún pacto con los golpistas!


Los trabajadores y pueblos del mundo necesitamos redoblar el apoyo a la lucha de las masas hondureñas que enfrentan en las calles a los golpistas, desafiando la represión, el toque de queda y el estado de sitio.

Ante la creciente movilización del pueblo hondureño, la solidaridad y repudio internacional, el gobierno de los Estados Unidos de Barack Obama y la OEA, con acuerdo de los sectores empresariales de Honduras, buscan una salida negociada vía la mediación del presidente de Costa Rica, Oscar Arias. Denunciamos que esas negociaciones o “mediaciones” buscan frenar la movilización del pueblo hondureño. Las primeras reuniones ya fracasaron y Oscar Arias anuncia que durarán el tiempo que sea necesario. Con esta política se busca que haya un impasse en la lucha antigolpista, con lo cual se favorece la permanencia de Micheletti y sus complices. Por lo que llamamos a no confiar en ninguna salida que legitime a los golpistas, con éstos no se negocia, se los echa con la movilización popular.

Alertamos que el presidente Obama, mientras condena el golpe no ha suspendido las relaciones comerciales, diplomáticas y económicas con los mismos. Esto es así porque el imperialismo, de la mano de Hillary Clinton y Oscar Arias, buscan negociar con los golpistas la vuelta de Zelaya pero condicionando a que este ponga fin a las movilizaciones y que no haya ninguna Asamblea Constituyente, lo que significa que se impida que el pueblo de Honduras pueda expresarse y decidir los rumbos del país.

Desde la Corriente Internacional de los Trabajadores y la Unidad Internacional de los Trabajadores apoyamos incondicionalmente, la movilización del pueblo hondureño con sus marchas masivas, huelgas y corte de rutas contra el golpe de Estado. Llamamos a ampliar las protestas y participación obrera y popular, como única garantía de derrotar este golpe, como hizo el pueblo venezolano en abril del 2002. Solo así se logrará que la voluntad de la mayoría de la población sea respetada, posibilitando castigar a los golpistas y represores del pueblo hondureño y hacer efectiva la consulta y el llamado a una Asamblea Constituyente.

Con el golpe de estado y la represión desatada contra el pueblo, la oligarquía, los mandos militares, la cúpula católica y los jefes de las instituciones del régimen, violan sus propias leyes.

El gobierno de Zelaya, aunque de origen liberal, había resuelto ser parte del ALBA, encabezada por Venezuela. Con ello buscaba congraciarse con los sectores populares posando con posturas “socialistas” y con ciertas críticas a los EE.UU, pero, al igual que los gobiernos de Venezuela o Bolivia, no tenía ningún proyecto de salir del sistema capitalista. Tenía roces con el imperialismo y trataba de presionar para negociar acuerdos comerciales en mejores condiciones. Pero esto no podía ser aceptado por la vieja burguesía hondureña terrateniente, eterna aliada del imperialismo. Hay que recordar que Honduras fue país base para los “contras”, paramilitares financiados por los EE.UU, que actuaban en los años 80 contra Nicaragua.

Los socialistas revolucionarios no apoyamos políticamente al gobierno de Manuel Zelaya y sostenemos que la verdadera independencia nacional y progreso de los pueblos solo viene de la mano de la expropiación de los terratenientes y la burguesía, o sea un gobierno de trabajadores y el pueblo, un verdadero socialismo. Pero ante este golpe de estado, lo repudiamos categóricamente y exigimos que sea respetado el gobierno de Zelaya elegido por el pueblo de Honduras.

La lucha del pueblo hondureño, encabezada por la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular debe seguir firme hasta lograr el fin del golpe, la restitución de Zelaya, la cárcel y castigo a los golpistas y una Asamblea Constituyente Libre y Soberana.

El domingo 5 de julio, ante el intento de entrada al país de Zelaya cientos de miles de personas marcharon al aeropuerto de Toncontin en Tegucigalpa en apoyo a Zelaya, siendo salvajemente reprimidos a tiros por los militares golpistas, asesinando a dos manifestantes e hiriendo a decenas. Por eso, resulta lamentable que el Presidente Zelaya y otros sectores, estén llamando a la movilización pacífica, mientras los gorilas le tiran plomo al pueblo. Para repeler la represión el pueblo tiene derecho a la autodefensa. Llamamos a las organizaciones sindicales, populares, campesinas, de izquierda, profesionales y demás, que encabezan las protestas a organizar la autodefensa del pueblo en las protestas. Igualmente, a los policías que confraternizan con las masas a colocarse del lado del pueblo.

Llamamos a la constitución de Comités de Solidaridad con el pueblo hondureño, o cualquier otro mecanismo, para coordinar e impulsar de manera unitaria todas las actividades de apoyo a la lucha contra el golpe. Es hora de que actuemos como un solo puño, como una sola voz para aplastar a los golpistas, que se han erigido en verdugos del hermano pueblo de Honduras.

En Latinoamérica y el mundo hay que sumarse a esta movilización. Llamamos a las organizaciones sindicales, campesinas, indígenas, estudiantiles y populares, así como a las organizaciones políticas que se reclaman democráticas, antiimperialistas y de izquierda, a que nos movilicemos masivamente en cada país, frente a embajadas, consulados y todos los lugares posibles, para derrotar el golpe militar.

¡Fuera el golpe militar de Honduras!

¡Ningún pacto con los golpistas!

¡Solidaridad internacional con la lucha del pueblo hondureño!

Comité de Enlace

Corriente Internacional Revolucionaria (CIR)

Unidad Internacional de los Trabajadores- Cuarta Internacional (UIT-CI)

11 de julio de 2009

www.uit-ci.org

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