Sin embargo, el ascenso obrero, que tiene su punto más alto en la huelga metalúrgica, viene restringiendo los alcances de estas políticas. Si bien es cierto, que desde la mesa del diálogo han consensuado los actuales tarifazos y despidos, estos todavía son insuficientes para recomponer las ganancias del conjunto de los empresarios a niveles previos a la crisis.
La “gobernabilidad” sigue en jaque, ya que la crisis económica y el incremento de la resistencia obliga a los representantes empresariales a pelearse entre ellos para defender lo que les queda de la porción de la torta, que se sigue achicando; una disputa que boicotea en los hechos la unidad que necesitan para enfrentar a la resistencia obrera, que se extiende y fortalece.
Esta es una situación más que propicia para que los trabajadores ganen sus batallas parciales, pero también para que las unifiquen, jugándose a terminar con la política del gobierno y a imponer una salida obrera y popular; una realidad que ya fue advertida por los miles de compañeros y compañeras que han salido a pelear o se están preparando para hacerlo.
Así fue como explotaron las huelgas docentes que pararon las clases por la gripe A, las de los petroquímicos en Bahía Blanca y los petroleros de la Patagonia - que se ganaron -, el combativo piquete de los mercantiles de Bariloche que cortó los accesos al Cerro Catedral o la gran huelga metalúrgica que involucra a cientos de fábricas en todo el país.
La tarea número uno de los activistas es rodear de solidaridad a los metalúrgicos para que ganen el 22% de aumento y cada una de sus legítimas reivindicaciones. Si ellos triunfan ganarán todos y habrá inmejorables condiciones para avanzar en la perspectiva de la Huelga General que se necesita para derrotar al gobierno y a su política económica y social.
Por lo tanto, en cada una de las asambleas y plenarios de delegados hay que exigirle a los dirigentes que abandonen la mesa del diálogo para encabezar la medida de acción que reclaman las circunstancias: El Paro Nacional de la CGT y el CTA en apoyo a los metalúrgicos, por salario y contra los despidos.
Si no cumplen con esta obligación, desde las distintas asambleas y reuniones en las fábricas y empresas hay que organizarse para imponer las medidas de lucha, cumpliendo el viejo dicho que dice: “con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes”.
Si ganan los metalúrgicos ganamos todos
Al grito de “Queremo´ aumento la p… que lo p…” miles de metalúrgicos copaban las calles de la ciudad de Buenos Aires el pasado Jueves 30, al mediodía las columnas comenzaron a marchar desde distintos puntos hacia el Ministerio de Trabajo y a las oficinas de Techint, con banderas que identificaban a sus seccionales y fábricas presentes como Aluar, San Cayetano, SIAT-Tenaris, Royo, Bosch, etc.
Varias banderas pidiendo el 22% de aumento y que no sea menos. Al igual que la semana anterior la movilización demostraba la fuerza y predisposición para salir a luchar, se notaba el entusiasmo de los compañeros que estaban protagonizando una movilización como hacía años no pasaba.
Sin embargo la conducción de la UOM muestra sus limitaciones, allí el secretario general Antonio Caló planteo la convocatoria a una nueva medida, con un paro de 24 hs, pero pasivo, sacando la movilización de las calles.
También amenazó con ir al paro por tiempo indeterminado con tomas de fábrica. Sin embargo han venido aceptando el periodo de paz social en la rama siderúrgica.
Mientras tanto las patronales, con Techint a la cabeza, no quieren aflojar argumentando que no pueden por la crisis, cuando el anterior acuerdo salarial venció el 31 de Marzo; es decir que ya hay cuatro meses de atraso en discutir una recomposición salarial, mientras los tarifazos y el aumento de la canasta familiar por la inflación llegan sin retraso.
Son las mismas patronales que favorecidas por los distintos gobiernos de turno se han llenado los bolsillos ganado millones, ahora siguen ganado, un poco menos, y quieren que ese costo lo paguen los trabajadores: Baja y recorte del salaro; suspensiones y despidos; en fin más explotación; ese es el plan de las patronales y también del gobierno para salir de la crisis.
Por eso se ponen duros con los metalúrgicos, saben que es una lucha que va directo contra su plan, al que pueden dejar herido de muerte si los trabajadores triunfan. Quieren acordar por debajo del techo del 17% que pactó Moyano. Ellos también saben que si ganan los metalúrgicos, ganamos todos los trabajadores.
Para enfrentar esta política es necesario fortalecer y endurecer la lucha. En primer lugar manteniendo la conquista de haber ganado las calles. Las medidas de paro pasivas son insuficientes, al haber una baja en los niveles de producción, la mayoría de las empresas pueden resistir y jugar al desgaste, muchas están casi paradas, y si la medida no es activa se puede dividir el paro.
Por eso es clave mantener e incrementar la movilización, hay que seguir en la calle, endureciendo las medidas con cortes de ruta y accesos, y hacerlo a lo largo y a lo ancho de todo el país.
Para ganar no se puede dejar solos a los metalúrgicos.
“Y ya lo ve, y ya lo ve, para Moyano que lo mira por TV” fue otro de los cantitos más coreados en la última movilización. Es que mientras desde hace dos semanas los compañeros vienen haciendo paros y movilizaciones masivas, Moyano y los “gordos” se pelean por la plata de las obras sociales pero no mueven un dedo para apoyar la lucha.
Tampoco se han escuchado voces desde la CTA. La conducción de la UOM nada les ha reclamado. Hay que exigir que ambas centrales dejen de mirar para otro lado y convoquen a una Huelga General en apoyo a los compañeros metalúrgicos para que triunfen.
Pero ninguna confianza se puede depositar en estos viejos dirigentes burocráticos que ya tienen el record de traiciones. Por eso desde cada fábrica haciendo asambleas, exigiendo plenarios de delegados en todas las seccionales y un gran plenario de delegados de todo el país, como ya se hizo en el 94 en la Federación de Box, tenemos que tomar la lucha en nuestras manos.
Que nadie negocie nada ni decida por los trabajadores que están sosteniendo la lucha.
Tenemos que debatir y decidir democráticamente como seguimos la lucha, y si hay una oferta que hacer. La pelea no va a ser fácil, pero con la predisposición de lucha de los trabajadores para defender lo suyo, siguiendo con la movilización y ganando las calles, logrando la solidaridad del resto de los trabajadores y el pueblo, discutiendo y decidiendo entre todos; podemos torcerles el brazo y derrotar el plan del gobierno y las patronales. Manos a la obra.
FUENTE: Noticias Socialistas, noticias de Convergencia de Izquierda
En unos días estará en la web la página de Convergencia de Izquierda: www.convergenciadeizquierda.org
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