domingo, 13 de septiembre de 2009

Los Kirchner vuelven al FMI

El gobierno de Cristina está en problemas. Tras la derrota electoral de junio su debilitamiento se profundiza, aunque producto de la incapacidad de la oposición ha conseguido retomar la iniciativa, esencialmente en el Congreso al conquistar la extensión de los superpoderes. Pero la realidad es que están para el “cachetazo”, pero nadie se anima a sacarlos del ring para que todo cambie.Los principales exponentes de los partidos opositores tradicionales han concurrido al diálogo en el intento de acordar una agenda de temas, pero la lucha obrera y popular no se lo permitió y sólo se comprometieron a no hacer olas.Cristina busca llevar adelante la difícil tarea de hacer pasar el ajuste, los tarifazos y el mantenimiento del techo salarial por debajo del 20% que les exigen el imperialismo y los empresarios, pero los trabajadores y el pueblo argentino ya le dimos un duro revés al hacer retroceder los aumentos en el gas y la luz, mientras que el tope salarial explotó con la dureza de la huelga de los petroleros de Santa Cruz que conquistaron un 33% de aumento.Esta es la otra cara de la realidad: A pesar de la oposición trucha y los dirigentes vendidos, todos los que salieron a luchar hasta ahora han conseguido triunfos de diferentes magnitudes, mostrando a las claras que están dadas las condiciones para pelear y ganar. Por ello ya no se habla de pacto social.

Volver al FMI

Los Kirchner se llenaron la boca hablando que Argentina salía del Fondo Monetario Internacional. Querían hacernos creer que resolvíamos la injusta dependencia. Para ello desembolsaron 9.550 millones de dólares de las reservas monetarias nacionales. Mientras siguieron pagando religiosamente los vencimientos fraudulentos de la deuda externa. Actualmente la deuda pública, según estimaciones privadas, ronda los 195.000 millones de dólares y salvo una pequeña porción, se pagan con los fondos de los jubilados del ANSES, créditos del Banco Nación y de las reservas del Banco Central.Cristina recibirá los 2.446 millones de dólares del FMI como parte de la emisión de US$ 250.000 millones decidida por los países del Grupo de los 20 para inyectar liquidez a las naciones producto de la crisis mundial.A nadie se le puede ocurrir que el FMI le prestará nuevamente plata al gobierno sin poner condiciones o “monitorear” el funcionamiento de la economía nacional o exigir el cumplimiento de una serie de premisas, que viene reclamando hace varios años, que se relacionan con el ajuste de las tarifas, el achique del gasto público para salud y educación y el congelamiento salarial a los estatales. Porque las provincias ya no pueden afrontar su déficits y hasta piensan en emitir cuasi-monedas como en el 2001.La sumisión del gobierno de Cristina al FMI solo profundiza sus acciones anteriores frente el imperialismo. Los K se jactan de no codearse con el imperialismo yanqui de Obama, pero ni siquiera son tibios a la hora de rechazar la instalación de bases militares en Colombia y toda América Latina o ante el golpe en Honduras. Y coherentes con esta política nada dicen y hacen contra el saqueo de los recursos naturales por parte de multinacional estadounidenses o europeas.

La oposición sostiene a los Kirchner para que lleguen al 2011

En el momento de mayor debilidad, lograron mantener sus plenos poderes y hacer que el parlamento siga funcionando como una escribanía. Fue gracias a la oposición política y los dirigentes de los trabajadores de la CGT y la CTA, y del campo que no llamaron a luchar.La oposición de los partidos tradicionales (PJ disidente, UCR, ARI, PRO, etc.) se han mostrado incapaces para capitalizar los resultados de las urnas. Ante la debilidad del gobierno prefirieron mantener a Cristina para que no bese la lona y darle un respiro para que llegue hasta el 2011 para que garantice el ajuste.Tampoco tienen un plan económico alternativo ni garantizan un recambio político. Aprendieron la lección del 2001 y saben que la caída de un nuevo gobierno puede abrir posibilidades enormes para empezar a construir una Argentina diferente.La oposición también refleja su crisis con la misma intensidad que la del oficialismo. Elisa Carrió de la Coalición Cívica no se presentó al diálogo, mientras la UCR quedó pegada a los K. Reuteman tuvo que echar de su bloque a la senadora Latorre, por apoyar los plenos poderes de Cristina. En el PJ disidente las cosas no están mejor y Solá larga su candidatura distanciándose de De Narváez.Los legisladores de “Pino” Solanas, aunque éste no se presentó al diálogo, votaron las leyes enviadas por el kirchnerismo.La Mesa de Enlace del campo hizo lo imposible para evitar salir a luchar, esperando a los nuevos diputados en diciembre; pero el veto presidencial de la ley de emergencia agropecuaria les impidió frenar las bases y ahora hacen esfuerzos por controlar el nuevo paro de los pequeños y medianos productores para que no se desborde y no ponga en riesgo la gobernabilidad.A todo ello se suma la izquierda vernácula (MST, PO, CCC) que, porque ven un supuesto avance de la derecha sojera o porque ven como progresista el cacareo de los K ante las bases militares en Colombia, no hacen el esfuerzo para unir las luchas que posibiliten el cambio que el pueblo reclama.Pero si alguien se merece la medalla del “gran felpudo” son los dirigentes sindicales de la CGT y CTA se ganan el premio. Caló de la UOM levantó su lucha con un 15% cuando 10.000 obreros se movilizaron como no lo hacían desde hacía 15 años. La CGT no sacó ni una solicitada de apoyo a los obreros petroleros de Santa Cruz.

Los K están para el nocaut

Sin embargo los K no pudieron imponer el tarifazo del gas y la luz, por la reacción generalizada del pueblo que obligó a suspender hasta octubre el aumentazo.Hasta el macrismo se comió un trompadón al tener que hacer “renunciar”, al frente de la policía porteña, al nefasto Jorge “Fino” Palacios, que estaba cuestionado por su rol como policía federal y su rol en la investigación de la causa AMIA.La bronca popular se expresó en la Villa 31 que frente a nuevos atropellos de gatillo fácil, los pibes enfrentaron a la Prefectura y la Gendarmería. Y aunque no dejan de haber intentos para amedrentar a los que luchan, como la represión a los desocupados de Caleta Olivia, o la acción de las topadoras del presidenciable Das Neves que arremetieron contra los ocupantes de terrenos en el barrio Dignidad de Trelew (Chubut), el desarrollo de las luchas de los trabajadores y el pueblo están fogueando a una nueva camada de destacados luchadores.En las huelgas y movilizaciones de la UOM, en las asambleas de cada fábrica y los plenarios de delegados de cada Seccional se observó esa nueva y joven vanguardia. En la movilización del 5 de agosto del Subte que se movilizaron más de 700 trabajadores; en las asambleas del SMATA, que obligó a retroceder a la patronal; y especialmente en los trabajadores petroleros que le rompieron el techo salarial acordado entre los K y Moyano, donde se destapó una nueva vanguardia obrera que viene dando claras muestras que se puede salir a luchar y ganar, poniendo en aprietos a patronal y la burocracia sindical.Sus métodos democráticos y combativos ponen al orden del día la posibilidad de construcción una dirección alternativa que pase al frente de la pelea contra el gobierno, los patrones y el imperialismo, condición indispensable para que haya el cambio que todos reclamamos.



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