Asumió en medio de un multitudinario acto José Mújica. Este será el segundo gobierno del Frente Amplio (FA). Mujica fue integrante del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros (MLN-T), preso político durante la dictadura, y uno de los fundadores del Movimiento de Participación Popular -MPP- cuando se recobraron las libertades democráticas.
Su figura, forma de vestir y de hablar, cobró simpatía entre los trabajadores, estudiantes y jubilados, que lo votaron como muchos dijeron “para que no ganara Luís Alberto Lacalle” un viejo representante de la oligarquía y la banca uruguaya, dirigente del Partido Nacional (PN).
Pero no solo las clases bajas y los trabajadores apoyaron al “Pepe”, las clases altas, los acomodados y ricos del país y del exterior, un sector de ellos, dio su apoyo a José Mújica. López Mena, un empresario millonario argentino, dueño de Buquebus, puso pasajes a bajo precio para que vinieran a votar los uruguayos residentes en Argentina y luego del triunfo, le organizó una reunión con más de mil doscientos empresarios nacionales y extranjeros, en el Hotel Conrad de Punta del Este, donde Mújica aseguro a los patrones: que acá “no se los va a expropiar, ni a doblar el lomo con impuestos”.
El dueño de Fripur, uno de los patrones más duros y represores, principalmente con las trabajadoras que son mayoría en la planta industrial de procesamiento del pescado, le prestó a Mújica su avión personal y mando confeccionar y pagó la banda presidencial bordada con hilos de oro. En su asunción estuvo presente por primera vez en Uruguay en el traspaso de una presidencia, la secretaria de Estado del imperialismo, Hillary Clinton.
Esta buena relación con las patronales, lo plasmó como había prometido en la campaña, en la integración de Blancos y Colorados en el gobierno, y aunque no llegaron a ocupar puestos ministeriales, el de Mújica, intentará ser un gobierno de “unidad nacional” en temas claves: políticas comunes, en educación, seguridad, energía y medio ambiente, a las que les han puesto, el lindo nombre, de políticas de Estado.
Como dijimos antes de la elección del año pasado, el pueblo quería echar con su voto a los dirigentes y partidos de la gran patronal e imperialistas, pero lamentablemente los dirigentes del FA hoy, les reparten cargos de gobierno.
En su discurso del 1º de marzo, Mújica nos habló de las “rebajas políticas que traerán incluso líos en nuestras bases”…”que van a ser ortodoxos en la macro economía”…”que los reclamos sociales son infinitos y los recursos son finitos”… y saludó en su discurso “a los soldados uruguayos que están en Haití”… resumiendo que su programa de gobierno “será más de lo mismo” aludiendo a las políticas del gobierno de Tabaré Vázquez. Ya en su segundo día dijo que “cerrará los ingresos al estado” y que los concursos para ingresar que se realizaron “son acomodos en la gran mayoría”.
Mújica y muchos dirigentes que están hoy en el gobierno, fueron parte de la guerrilla y dirección (MLN-T), que hoy como MPP, hacen parte del FA. Ayer nos decían que la guerrilla era un atajo para llegar al socialismo y cientos de honestos luchadores dieron sus vidas creyendo en esa única forma de lucha. Hoy nos dicen que el socialismo es una utopía y nos llaman a conciliar y concertar con los poderosos. Usan todo su prestigio e influencia para decirles a los trabajadores que debemos unirnos con los patrones, pese a las diferencias de clase. Afirman que se “dieron cuenta”, que el socialismo, “es para un futuro lejano”, que ahora es tiempo de que esta sociedad capitalista, se desarrolle económica y culturalmente. Ahora plantean la gran utopía, la del equilibrio entre opresores y oprimidos. Mújica reconoció al asumir la presidencia, que “uno de cada cinco uruguayos son pobres”, asea que luego de cinco años de gobierno, hay más 600 mil uruguayos pobres y más de 70 mil viviendo en la indigencia. ¿Cuántos gobiernos deben esperar los que pasan hambre?
Los trabajadores, estudiantes y jubilados frenteamplistas, realizarán una nueva experiencia con el gobierno de Mújica, estaremos juntos, nos unirán las inevitables luchas que deberemos librar para defender nuestros derechos como trabajadores, la estabilidad laboral, el salario digno, la lucha por la vivienda, la educación y el esparcimiento.
Desde ese lugar seguiremos insistiendo que cualquier conquista dentro de este sistema capitalista será efímera, que es una vieja mentira, que debemos hacer ricos a los más ricos, para después poder luchar por el socialismo. Hoy como nos dicen muchos compañeros no hay herramienta política visible que plantee esta tarea y algunos se resignan, diciendo que “esto es lo que se puede y lo que hay.”
Desde I.S.T. (Izquierda Socialista de los Trabajadores) afirmamos, que el socialismo es posible y además la única salida a nuestros sufrimientos y miserias. Que el socialismo con democracia obrera, solo será realidad con la lucha y la movilización de los trabajadores; y para ello, es necesaria la construcción de una nueva herramienta política, con independencia de clase, un nuevo partido obrero revolucionario. A esta gran tarea, es la que te convocamos y nos ponemos a tu disposición.
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