sábado, 30 de noviembre de 2013

Un llamado a la solidaridad con el pueblo palestino

BRASIL
Escrito por Soraya Misleh   
Miércoles 27 de Noviembre de 2013
El 29 de noviembre de 1947, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), presidida por el brasileño Oswaldo Aranha, recomendó la división de Palestina en un estado judío y uno árabe, sin consultar a los habitantes del lugar. Esa acción dio las bases para que el movimiento sionista –que pretendía la creación de un estado exclusivamente judío en tierras palestinas– pusiese en marcha un plan deliberado de limpieza étnica.


Iniciado doce días después de la recomendación de la ONU, culminó, según escribe el historiador israelí Ilan Pappé, con la expulsión de 800.000 palestinos de sus tierras y propiedades, y con la destrucción de 531 aldeas.

En 1977, las Naciones Unidas instituirían el 29 de noviembre como el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino. Desde entonces, anualmente, se realizan en esa fecha, en todo el mundo, actividades para recordar la catástrofe (en árabe nakba) que se abatió sobre los palestinos y denunciar que esa población aún espera por justicia, 66 años después. Actualmente, hay –según la Agencia de las Naciones Unidas para Asistencia a los Refugiados Palestinos (UNRWA)– cinco millones de refugiados en campos en un radio de 150 km de distancia de los territorios palestinos.

Esa población –y otros millares dispersos por el mundo– hasta hoy aguarda y lucha por retornar a sus tierras y propiedades –derecho asegurado por la propia ONU en su Resolución 194 del 11 de diciembre de 1948 y reiterado centenas de veces desde entonces. Las negociaciones, intermediadas por los Estados Unidos, entre representantes de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) e Israel nunca garantizaron el cumplimiento de ese derecho legítimo. Por el contrario, son demostraciones claras de que la paz no pasa de retórica. Jamás se presentó una propuesta justa en la mesa de negociaciones.

Oslo y Said
 
Este 2013 se cumplen 20 años de los Acuerdos de Oslo, que algunos palestinos denominan “nueva nakba”. De hecho, no hay nada para conmemorar. En estas dos décadas, según datos divulgados por la Organización de Derechos Humanos, se sumaron otros 7.000 muertos palestinos, 12.000 casas destruidas y 250.000 asentamientos ilegales construidos por Israel en territorio ocupado militarmente por este Estado. Se intensificó la fragmentación de la sociedad palestina y la desmovilización. Y, desde entonces, Israel basó su economía, sobre todo, en el desarrollo y exportación de tecnologías militares.
En los últimos años, Brasil se tornó la puerta de entrada para la industria armamentista israelí, ampliando los acuerdos militares con la potencia que ocupa Palestina. En el momento en que se reabren las negociaciones, con la amenaza de un nuevo “Oslo”, urge fortalecer en el país la campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) a Israel, con el modelo de lo que fue hecho para derribar el apartheid en África del Sur, en los años de 1990.
También este año, se cumplen diez años de la muerte del intelectual palestino Edward Said. Es el momento de homenajear a una de las voces que dedicaron la vida a divulgar la causa palestina, denunciar el pensamiento orientalista –que inventa el código binario basado en el “Oriente” formado por bárbaros y atrasados, en contraposición al “Occidente” civilizado–, así como la tragedia que representó Oslo y el servilismo de los líderes palestinos.

Este 29 de noviembre, el recuerdo de una de sus célebres frases es más que oportuna: “Si uno de nosotros fuera eliminado, otros diez deben venir en su lugar. Esa es la marca genuina de nuestra lucha, y ni la censura ni la simple complicidad cobarde han de apagarla”. Un saludo a la heroica resistencia palestina y un llamado en esta fecha a la comunidad internacional por solidaridad.

Limpieza étnica
 
Ambos llamados son urgentes, frente a la continua limpieza étnica y el apartheid a que están sometidos los palestinos. Así como ocurrió en 1948, existe hoy la amenaza de nuevas expulsiones, esta vez de cerca de 50.000 beduinos palestinos del Naqab (Negev), región al sur de Palestina que en la división de la ONU fue destinada a la constitución del estado judío. Israel todavía no reconoce 35 villas en las que vive esa población, así como no provee ningún servicio básico a esos habitantes y, como consecuencia, 60% de ellos se encuentra por debajo de la línea de pobreza. La pretensión es demoler esas villas, para que den lugar a la especulación inmobiliaria y la colonización de tierras palestinas, con la construcción de nuevos asentamientos o instalaciones militares.

La consolidación de ese proyecto es lo que prevé el Plan Prawer. Aprobado en primera instancia el 24 de junio pasado en el parlamento israelí (Knesset), para ser implementado precisa pasar todavía por dos secciones más. La juventud palestina ha convocado a manifestaciones contra esa ofensiva. Así, realizó grandes protestas el 15 de julio y el 1 de agosto, en toda la Palestina histórica –en las que hubo una dura represión y varias prisiones–, y a las cuales se sumaron ciudadanos de destinos en otros 12 países, incluso en San Pablo, Brasil. Aquí [en San Pablo], el acto fue convocado por el Frente de Defensa del Pueblo Palestino y en él se repartieron a la población 2.000 panfletos explicativos. El punto más alto de la movilización fue su cruce con otra protesta que ocurría por la desaparición del albañil que vivía en la favela de la Rocinha, Amarildo de Souza. Su cuerpo está desaparecido desde el 14 de julio, fecha en la que fue detenido y conducido para interrogatorio y tortura en la llamada Unidad de Policía Pacificadora (UPP), en el lugar donde vivía. La solidaridad mutua reveló la certeza de que la lucha contra los oprimidos no tiene fronteras.

Un nuevo “día de furia” está previsto para el 30 de noviembre. En San Pablo, el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino no pasará en blanco y levantará la bandera contra el Pan Prawer; el Frente de Defensa del Pueblo Palestino organiza una sesión solemne el 29 de noviembre, en el Plenario Juscelino Kubitschek, en la Asamblea Legislativa de San Pablo, a partir de las 19 horas. Y el día 30, el Sindicato de los Metroviarios de San Pablo [subterráneos] realiza en su sede, a las 17 horas, una exhibición de videos y debate.

Convidamos a aquellos y aquellas que luchan por justicia, contra la opresión y el apartheid a sumarse a este movimiento internacionalista, rumbo a una Palestina Libre.

Traducción: Natalia Estrada

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