jueves, 30 de agosto de 2012

¡Libertad para Julian Assange ya!


Escrito por Redacción
Jueves 23 de Agosto de 2012
En las últimas semanas, el fundador de la web Wikileaks, el australiano Julian Assange, volvió a ocupar las portadas de la prensa mundial. Bajo amenaza de extradición a Suecia, donde responde al proceso por supuestas agresiones sexuales, Assange está, desde el día 19 de junio, refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres.

A través de Wikileaks, Assange hizo públicos miles de documentos secretos del gobierno y de las fuerzas armadas de los EE.UU., entre ellos comunicados diplomáticos acerca de las operaciones militares en Irak y en Afganistán. La publicación de material secreto -y, en muchos casos, escandaloso-, relativo a la actividad de gobiernos y corporaciones por el mundo, provocó la ira del imperialismo. Desde entonces, Assange está bajo la mira de una ofensiva de criminalización y contra la libertad de expresión. En Londres, llegó a ser apresado y liberado mediante fianza.

Conflicto diplomático


El anuncio del gobierno de Ecuador, a través del ministro de Relaciones Exteriores, Ricardo Patiño, de que el país concedería asilo político a Assange, inauguró un enorme conflicto diplomático. Gran Bretaña, en postura categórica de defensa de los intereses imperialistas, se niega, sin embargo, a conceder el salvoconducto que permitiría el viaje de Assange hasta América del Sur. La intención británica es de extraditarlo a Suecia, donde sería apresado por asedio sexual y, posiblemente, entregado a las autoridades norteamericanas.

La embajada ecuatoriana sigue, así, bajo el cerco policial permanente. Tamaña es la audacia del imperialismo, que Gran Bretaña llegó al punto de amenazar invadir la embajada para apresar a Assange -lo que enfrentaría completamente a todos los tratados en vigencia y el propio derecho internacional. El impasse sigue y, ahora, será debatido en la OEA.

Secretos del imperialismo

Cínicamente, las autoridades británicas dicen que tienen la “obligación legal de proceder a la extradición a Suecia”, ocultando que, en realidad, lo que no pueden tolerar es la amenaza al secreto de su diplomacia -cortina de humo que esconde agresiones a los pueblos, alianzas con regímenes sanguinarios y subordinación a los intereses de las grandes transnacionales.

La iniciativa de Wikileaks reveló al mundo la suciedad que se esconde en las relaciones entre estados del sistema mundial. Incluso, las llamadas democracias, como en Gran Bretaña y en los EE.UU, no admiten que haya cualquier control o, incluso, publicidad de sus negociaciones por el mundo. Cae, así, la máscara de la “libertad” ostentada por esos regímenes que, al perseguir y cercar a Assange, revelan su hipocresía en cuanto al discurso de la libertad de expresión.

Solidaridad a Assange

Ante la escandalosa persecución política al fundador de Wikileaks, es necesario que las organizaciones políticas, sindicales, estudiantiles y democráticas rodeen de solidaridad a Julian Assange y exijan el ejercicio de su derecho de asilo diplomático y a la libertad. Es necesario, incluso, rechazar la amenaza imperialista de invasión policial a la embajada de Ecuador, territorio soberano de aquel país.

Más que la defensa de un activista perseguido, esa actitud internacional, ante Gran Bretaña, puede encaminar a una lucha por el fin de la diplomacia secreta y por el control social amplio a los tratos entre los estados. La diplomacia secreta sirve a los intereses sólo de los ricos y poderosos que, así, no están obligados a dar cuenta de sus relaciones internacionales ante los pueblos de sus propios países.

Igualmente, la defensa incondicional de la libertad de expresión y de prensa puede, en este caso, confrontar la hipocresía de los regímenes llamados democráticos -donde gobiernos y burgueses pueden hacer de todo, incluso silenciar a sus opositores y a quienes divulgan sus secretos.
Traducción Laura Sánchez

No hay comentarios:

Publicar un comentario