
La izquierda argentina y la nueva central (parte I) (2010-07-06)
Más artículos: ... |
---|
|
Más artículos: ... |
---|
|
En Rosario Marcha y Radio Abierta el 23/07/2010
18:00 hs.
Desde Plaza San Martín hacia Plaza Pringles
Quienes firmamos esta declaración, estamos preocupadas y preocupados por diversos hechos que dan cuenta del crecimiento de la criminalización de los movimientos populares, por la vía de su judicialización. Casi cotidianamente asistimos a procesos en los tribunales contra militantes de organizaciones políticas y sociales que enfrentan diferentes aspectos de las políticas en curso; y que pasan a ser perseguidos/as a través de la imposición de acusaciones absurdas, que buscan imponer fuertes condenas, e impiden la excarcelación durante el tiempo de proceso judicial, de modo que el proceso mismo vivido en la cárcel se vuelve ya un castigo.
Cada vez más se utilizan grupos especiales de las fuerzas de seguridad para perseguir y reprimir a las personas que ejercen su derecho a la protesta frente a medidas o situaciones que consideran injustas, se las enfrenta, conformándose de esta manera estados de verdadera persecución.
En este marco, y sumados a la desaparición de Julio López, Luciano Arruga y Luciano González, nos encontramos con compañeros presos y procesados por la justicia argentina en complicidad con un gobierno que se dice de los derechos humanos. Los casos más ejemplares son el de Roberto Martino, encarcelado en mayo de 2010 por ser dirigente de la organización que un año atrás participó de la movilización de denuncia de la política del Estado de Israel contra el pueblo palestino; el de Pepino Fernández, referente de la Unión de Trabajadores Desocupados (UTD) de General Mosconi en Salta, el de Germán Feldman, estudiante de Sociología, quien es imputado por ser un representante de los estudiantes que construyeron un espacio para el Comedor Estudiantil en un terreno de la UBA; José Villalba y Berta González, presos en Moreno (Pcia de Buenos Aires), los compañeros Juan Oribe, vicepresidente del CEFyL (Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras), Jessica Calcagno, ex – presidenta del CECSo (Ciencias Sociales) y Patricio del Corro, secretario general del CECSo, que recibieron contravenciones del gobierno de Macri por los cortes que encabezaron el año pasado en Callao y Corrientes, en solidaridad con los obreros de Kraft; como las cientos de imputaciones a compañeros y delegados, originadas en conflictos gremiales, en connivencia con una burocracia sindical entreguista y defensora de los intereses de la patronal, como el caso de Néstor Segovia, delegado del subte porteño.
¿Qué es la inseguridad?
Luciano Arruga, desaparecido por la policía hace ya más de un año, es víctima de una inseguridad distinta de la que afecta a los barrios privados. Los pibes y pibas humildes sufren el gatillo fácil de la prepotencia policial. Para Marita Verón, esclavizada hace 8 años en las redes de prostitución, la inseguridad son la policía y los funcionarios judiciales que la han entregado a las mafias y que amparan el negocio sobre su cuerpo. Para Julio López, la inseguridad es el aparato represivo de la dictadura que sigue operando y que lo vuelve a secuestrar en democracia por denunciar a uno de sus represores.
El gobierno peronista, desde una supuesta defensa de los derechos humanos, rechaza el alarmismo de la derecha sobre este debate y atribuye la inseguridad a los “problemas estructurales” como la pobreza. Pero su discurso hipócrita se desnuda ante medidas como las de Scioli que buscan impulsar en la provincia de Buenos Aires la salida de los gendarmes a las calles. O el desfile de las Fuerzas Armadas en el acto del Bicentenario, buscando reconciliar a una sociedad, todavía fragmentada por las épocas más oscuras de su historia, con un símbolo de la represión y control más alto del Estado como los son dichas fuerzas. ¿Qué están haciendo por la marginación y la pobreza? ¿Qué está haciendo el gobierno respecto del avance del monocultivo transgénico de la soja, de la deforestación y el desalojo de comunidades? ¿O por los despidos y suspensiones que ya están dejando a miles de trabajadores y trabajadoras en la calle? ¿Cómo están buscando a Julio López, Marita Verón, Luciano Arruga, Fernanda Aguirre y Florencia Penacci?
Por eso este 23/7, en Rosario, conjuntamente con el Encuentro de Memoria Verdad y Justicia de Buenos Aires , convocamos a las Organizaciones Barriales, Estudiantiles, Políticas, de Derechos Humanos, de Mujeres y Jóvenes a marchar y difundir una verdad que no puede ser escondida:
· En la Argentina del 2010 hay presos y presas políticas, hay desaparecidos y desaparecidas, hay muertos
por el gatillo fácil y por las fuerzas de seguridad impunes y activas de la dictadura militar, por eso exigimos:
· ¡BASTA DE CRIMINALIZAR LA POBREZA Y LA PROTESTA SOCIAL!
· ¡DESPROCESAMIENTO DE TODOS/AS LOS LUCHADORES/AS POPULARES!
· ¡FUERA LA POLÍCIA DE NUESTROS BARRIOS!
Convocan:
Taller Permanente de
Partido Revolucionario Guevarista,
Corriente Obrera Internacionalista- Convergencia de Izquierda,
Partido de los Trabajadores Socialistas,
CEPRODH,
Viento en Contra,
Agrupación de Telefónicos 23 de Diciembre,
Socialismo Libertario,
en la
COMISIÓN POR LAS LIBERTADES DEMOCRÁTICAS
ROSARIO
Te invitamos a sumarte
Nos reunimos todos los Martes a las 19hs en el bar de
Aunque y a pesar de estos juicios, no estamos conformes, pues seguimos luchando para que se enjuicie a todos los integrantes de las fuerzas armadas, y no a un grupo reducido de ellos. También queremos que se enjuicie a las personas integrantes de las instituciones religiosas y civiles, cómplices del exterminio.
Continuando con el trabajo de no olvidar, no perdonar, ni reconciliar, nos preguntamos ¿dónde están Julio López, Luciano Arruga, Marita Verón, Florencia Penacchi, y las y los desaparecidos en democracia?, ¿qué pasó con la protección que debía dársele a Silvia Suppo y finalmente donde están todos sus asesinos?, ¿por qué siguen impunes los asesinatos de Teresa Rodríguez, de los compañeros y compañeras muertos el 19 y 20 de diciembre de 2001, de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, de Carlos Fuentealba, entre otros y otras?, ¿por qué caminan libres los inundadores de Santa Fe Capital?, ¿por qué los gobiernos criminalizan a trabajadores y trabajadoras ocupados y desocupados que defienden su derecho a trabajar?, ¿por qué procesan a los y las estudiantes universitarios/as que apoyan y participaron y participan de las luchas obreras?, ¿por qué políticos y fuerzas policiales continúan impunes en la trata de mujeres, una forma de represión y opresión feroz y soterrada?, ¿por qué se permite la introducción de fuerzas parapoliciales solapadas en forma de seguridad privada en las Universidades públicas?, ¿por qué hay presencia policial en algunos gremios y sindicatos durante las asambleas y elecciones?, ¿ por qué se reprimen y judicializan las luchas ambientalistas?, ¿por qué se asesina impunemente a los las jóvenes pobres?
Las organizaciones integrantes de esta comisión, al igual que las compañeras y compañeros de ayer llamamos a la clase trabajadora ocupada y desocupada, a los movimientos de mujeres, a los y las estudiantes, a los organismos de derechos humanos y a aquellos y aquellas que quieran sumarse a seguir organizándonos y luchando para liberarnos de todas las formas históricas y actuales de opresión, represión y explotación.
Comisión por las Libertades Democráticas, Rosario 21 de julio de 2010.
Shanghai. — En medio de fuertes presiones para mantener bajos sus costos, fabricantes de todo el mundo han confiado durante años en los millones de trabajadores chinos que hacen sus productos por salarios bajos. En los últimos tiempos, sin embargo, los obreros han comenzado a marcarle un límite a las compañías.
Varias protestas recientes de trabajadores y la reacción del gobierno chino a una ola de suicidios en una fábrica de aparatos electrónicos parecen mostrar que los líderes comunistas, al menos tácitamente, están de acuerdo. A fines de mayo, el máximo líder del Partido Comunista en la industrializada provincia de Guangdong, Wang Yang, visitó la enorme planta de Foxconn Technology, fabricante de productos de gigantes occidentales como Apple, Dell y Hewlett-Packard, donde diez trabajadores se han suicidado. Wang urgió a la compañía a implementar un "ambiente de trabajo mejor, más humano" para sus empleados, la mayor parte de ellos jóvenes.
Otra generación. “Los trabajadores de las generaciones nacidos en los años 80 y 90 necesitan más cuidados y respeto y necesitan ser motivados para trabajar con entusiasmo”, explicó el funcionario, quien ha apoyado iniciativas para que Guangdong dependa menos de las exportaciones de productos baratos y poco avanzados.
Esta transición está sucediendo en toda China. Los fabricantes, bajo la presión de ofrecer bajos costos, tienen problemas para encontrar y retener trabajadores jóvenes. Estos, criados en una época de relativa prosperidad, ya no están tan dispuestos como sus antecesores a tragarse la amargura de los salarios bajos y los ambientes de trabajo miserables.
Las empresas de Shanghai se quejan de que no encuentran suficientes obreros jóvenes, calificados o no. Los contratistas que necesitaban terminar las obras de la Exposición Mundial de Shanghai debieron pagar bonificaciones altas a sus trabajadores para que no se fueran durante las vacaciones del Año Nuevo lunar chino. A fines de mayo, una fábrica de autopartes de Honda estuvo dos semanas paralizada por una huelga en busca de aumentos de salario.
China prohíbe que los trabajadores se sindicalicen sin autorización estatal, por lo que las únicas organizaciones permitidas son la Federación de Sindicatos de Oficios y las filiales del Partido Comunista en cada compañía.
Tolerancia oficial. Sin embargo, en los últimos años, las autoridades parecen tolerar cada vez más protestas pacíficas y esporádicas. En el delta del río Yangtzé, cerca de Shanghai, las sentadas de protesta y otras manifestaciones son comunes, aunque pocas veces aparecen en los medios estatales.
A inicios del 2008, China aprobó una ley de contratos laborales, que fijó estándares para contrataciones, despidos y el uso de trabajadores temporales, entre otras condiciones, y generó conciencia entre los empleados de sus derechos. Al año siguiente, el número de conflictos laborales se duplicó, según un estudio del Foro Internacional de Derechos del Trabajo.
El informe, divulgado en mayo pasado, determinó que las compañías que no habían cumplido con las reglas laborales anteriores debieron pagar un promedio de 33% de aumentos salariales al ser aprobada la nueva legislación. Aún así, gran parte de los trabajadores —más de la mitad en algunas regiones— siguen sin contratos legales.
Suba salarial. “Los salarios han venido aumentando en los últimos años, pero comparados con los precios, que se han disparado, permanecen muy bajos”, lamentó el activista Li Qiang, fundador del Observatorio Laboral de China, con sede en Nueva York.
“El gobierno reconoce el problema. Por eso, aunque las huelgas siguen siendo ilegales, algunas se permiten tácitamente. Claro que las huelgas y protestas tienen que respetar ciertos límites”, explicó.
Las condiciones de trabajo varían mucho según las diferentes regiones del país: hay fábricas modernas como las de países occidentales y otras con un calor sofocante donde se trata a los obreros como esclavos. Hace poco, la policía de la provincia norteña de Hebei liberó a 34 migrantes cautivos en uno de éstos, según el diario estatal China Daily.
Foxconn anunció que instalaría redes de seguridad en sus edificios y contrataría más psicólogos para su fábrica de Shenzhen. Esta ciudad industrial de Guangdong, cerca de Hong Kong, fue el epicentro original de la migración de mano de obra barata en los años 80 y 90. La fábrica tiene líneas de ensamblaje con aire acondicionado, calles bordeadas de palmeras, restaurantes de comida rápida e instalaciones de entretenimiento. Pero hay activistas que acusan a la compañía de usar un estilo militar para manejar a sus trabajadores, mantener líneas de producción demasiado rápidas y cargas laborales excesivas que deshumanizan a los empleados. Muchos de éstos son adolescentes y veinteañeros que por primera vez viven lejos de sus familias. Foxconn, la contratista más grande del mundo en fabricación de aparatos electrónicos, rechazó las acusaciones.
Caso testigo: Foxconn. El conflicto en Foxconn es para muchos observadores en China una lección para los gerentes que buscan seguir compitiendo en el mercado global del siglo XXI y al mismo tiempo atraer a trabajadores jóvenes con expectativas diferentes. “El incidente de Foxconn muestra un gran problema: las personas no son máquinas”, escribió Jin Bei, jefe del instituto de investigación industrial de la Academia China de Ciencias Sociales, en una columna reciente en el diario económico China Business Journal.
Las mejoras en la calidad de vida y en la “dignidad individual” obligan a las compañías a tratar bien a los trabajadores, aún cuando la competencia global se intensifica, agregó Jin. “De no ser así”, advirtió, “tragedias y crisis como éstas serán inevitables”.
(El investigador de Associated Press Ji Chen contribuyó a este informe).
Fuente: http://www.lacapital.com.ar/contenidos/2010/07/18/noticia_0001.html